Eugenia Martínez de Irujo se casa otra vez en Las Vegas con Narcís Rebollo vestida como Olivia Newton-John en «Grease»

Joaquín Dueñas AGENCIAS / COLPISA

SOCIEDAD

Europa Press

La pareja se había casado en la misma ciudad en el 2017 caracterizados como Marilyn Monroe y Elvis Presley

21 nov 2022 . Actualizado a las 18:35 h.

Eugenia Martínez de Irujo está viviendo uno de sus mejores momentos personales al lado de su marido, Narcís Rebollo. La pareja contrajo matrimonio el 17 de noviembre de 2017 en Las Vegas vestidos de Marilyn Monroe y Elvis Presley. Tanto disfrutaron aquella primera vez que cinco años después han decidido repetir la experiencia y renovar sus votos. Esta vez lo hicieron disfrazados de Olivia Newton-John y John Travolta en la mítica película de Grease.

Una jornada que compartieron con algunos de sus mejores amigos. Gracias a las fotos que han compartido, se puede ver a Mariola Orellana y a Rosario Flores, esta última, ejerciendo de madrina en la mítica capilla Graceland Wedding. De hecho, la pareja estuvo en Las Vegas acompañando a la hija pequeña de Lola Flores que acudió a los Grammys Latinos para recoger el premio a la Excelencia Musical. La boda puso el broche de oro a un fin de semana tan especial.

Divertida y romántica a partes iguales, la duquesa de Montoro y el presidente de Universal Music en España y Portugal, volvieron a darse el «sí, quiero», los dos vestidos de negro, muy metidos en su papel de Sandy y Danny, con cazadoras de cuero y las imprescindibles pelucas de melena rubia y tupé negro, que completaron la caracterización.

El fin de semana coincidió también con el octavo aniversario del fallecimiento de la duquesa de Alba y Eugenia quiso dedicarle su felicidad. «Antes de que acabe el día de hoy, mamá, quiero dedicarte lo feliz que soy y lo que te hubiera gustado verme así de enamorada, cumpliendo los votos con Narcís Rebollo y así de feliz», escribió acompañando las fotos de risas y besos con su marido. Y es que si algo caracterizó a Cayetana Fitz-James Stuart fue su espíritu libre y su apuesta por el amor que llevó a casarse por tercera vez, a los 85 años, con Alfonso Diez, 24 años menor que ella, a pesar de la oposición de sus hijos.

La publicación de Eugenia en sus redes sociales recibió numerosos comentarios de felicitación de amigos, incluido el de Mariola Orellana, que compartió con ellos esta aventura y coincidió con la duquesa de Montoro en lo que pensaría su madre. «¡Lo mejor que he vivido desde hace tiempo!», escribía. «¡Cómo nos reímos, cómo me gusta reírme contigo y disfrutarlo todo! Tu madre está aplaudiendo desde arriba, hacéis una pareja preciosa y ejemplar, llena de amor y disfrute. Enhorabuena por tantos años y por todos los que quedan por vivir», apuntó.

Eugenia y Narcís se conocían desde hace años, pero no fue hasta 2016 cuando comenzaron a mirarse con otros ojos. La pareja lleva desde entonces exprimiendo la vida y el amor, aprovechando cada minuto desde la discreción pero sin esconderse. Publican fotos juntos y mensajes de cariño con naturalidad en las redes sociales y Eugenia no puede esconder que está viviendo uno de sus mejores momentos vitales. «Es el hombre de mi vida», confiesa. «Es una gozada de hombre, nunca ve un problema», añade y así lo sigue celebrando.

Cayetano Martínez de Irujo, sin sus hermanos en la misa de su madre

Este fin de semana, Cayetano Martínez de Irujo conmemoró el octavo aniversario del fallecimiento de la duquesa de Alba con una misa, en la que estuvo acompañado por su pareja, Bárbara Mirján, su exmujer, Genoveva Casanova, y su hijo Luis. Su hija Amina no pudo asistir porque está en plenos exámenes. «La pobre estaba agobiadísima, pero se tenía que quedar», explicó Genoveva. Tampoco pudieron acudir Fernando, que estaba con gripe, ni Alfonso Diez, el viudo de Cayetana, aquejado de covid-19.

El resto de los hermanos Martínez de Irujo tampoco hicieron acto de presencia. «Cada cual tiene su conciencia con respecto a lo que atañe a su madre. Yo esperaba que viniese Carlos, la verdad, me hubiera hecho ilusión porque hace poco estuvimos en una misa, cincuenta años de la muerte de nuestro padre, y estuvieron todos», recordó Cayetano. «Aquí no ha venido ninguno ningún año. La verdad es que es triste, porque me he esforzado mucho para que la familia esté unida», se lamentó.

El año pasado, Eugenia ya dio su opinión sobre lo que le parecía la celebración anual de estos oficios. «Yo creo que es raro siete años haciendo misas. Creo que el primer año, segundo, fenomenal, pero todos los años. Yo siempre digo que para recordar a mi madre no me hacen falta misas, la llevo aquí», afirmó señalando su corazón. «Quien quiera ir a misa, perfecto, pero quien no, no pasa nada, que cada uno haga lo que quiera», comentó. Y así lo ha hecho ella, que publicó una fotografía de su madre en Instagram con el mensaje: «Besos al cielo», junto a las etiqueta ‘mamá' y ‘siempre conmigo'. Y tampoco dudó en dedicarle su segunda boda en Las Vegas cinco años después de la primera, haciendo honor al espíritu disfrutón de su progenitora.