Luces y sombras en la COP27: estas son las claves del acuerdo

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DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

La Unión Europa se ha mostrado decepcionada con la cumbre que no consigue frenar el consumo de combustibles fósiles que calientan el planeta

09 dic 2022 . Actualizado a las 21:25 h.

La Conferencia por el Cambio Climático de Naciones Unidas ha adoptado este domingo una resolución por la que se prevé la creación de un fondo destinado a financiar los daños climáticos que ya sufren los países más vulnerables a los efectos del calentamiento global. La decisión, calificada como histórica, ha sido adoptada por consenso en la asamblea plenaria que ponía fin a la conferencia climática en Egipto y ha sido recibida por un sonoro aplauso por parte de todos los representantes en el patio de butacas.

Según se ha reflejado en el texto, los países han establecido un consenso respecto a la «necesidad inmediata» de aportar recursos financieros «nuevos, adicionales, predecibles y adecuados» para ayudar a los países en desarrollo que se encuentran en una posición vulnerable respecto a los impactos «económicos y no económicos» del cambio climático, destaca la agencia Europa Press. 

En este sentido, se hace referencia a los desplazamientos forzados y los efectos en el patrimonio cultural, la movilidad y la vida, así como a los medios de subsistencia de las comunidades, por lo que subrayan la importancia de dar una respuesta «eficaz y adecuada» a las pérdidas y daños.

La UE «decepcionada» con el acuerdo

El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, se mostró «decepcionado» por no haber conseguido que se adoptara «un lenguaje fuerte» en el tema de la mitigación (reducción de emisiones contaminantes) en el texto final de la cumbre del clima COP27 que culminó esta madrugada.

«Para hacer frente al cambio climático es necesario que todos los flujos financieros apoyen la transición hacia la baja emisión de carbono: la UE vino aquí para conseguir un lenguaje fuerte y estamos decepcionados por no haberlo conseguido», señaló el también responsable comunitario del Pacto Verde en su discurso final en el plenario.

El Plan de Implementación de Sharm el Sheij, aprobado este domingo, insta a los países a reducir progresivamente la generación de energía a partir del carbón (en plantas que no cuenten con tecnologías de captura de carbono) y a abandonar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles, petición que ya estaba plasmada en el texto de Glasgow (COP26).

En la ceremonia de clausura, Timmermans quiso dejar claro que este plan «no es un paso adelante suficiente para las personas y el planeta». «No trae suficientes esfuerzos adicionales de los principales emisores para aumentar y acelerar sus recortes de emisiones, no genera un mayor grado de confianza en que lograremos los compromisos asumidos en virtud del Acuerdo de París y en Glasgow el año pasado», aseguró.

«Hemos perdido mucho tiempo»

Timmermans lamentó que se ha perdido «mucha velocidad desde Glasgow». «Ya hemos perdido mucho tiempo. Y nuestra gente y nuestro planeta no tienen más tiempo que perder: nos comprometemos a recuperar la velocidad, empezando ahora y aquí. Y a recuperar el impulso que tuvimos en Glasgow», indicó. Este ha sido el motivo por el que la UE «a regañadientes, ha aceptado las propuestas que ahora están sobre la mesa».

«Hemos tenido que renunciar a algunas de las cosas que queríamos, para ayudar a otras partes y a este proceso a avanzar. Y podemos vivir con eso. De hecho, estamos orgullosos de nuestra contribución a este fondo, que servirá a los más necesitados», en alusión a la propuesta que hizo la UE para las pérdidas y daños.

El problema del 1,5 grados

El mayor problema de este acuerdo ha sido la actualización de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) para lograr el objetivo de limitar el calentamiento global del Acuerdo de París.

En París (2015) se estableció que el incremento máximo de la temperatura estuviera entre 2 y 1,5 grados pero tras alarmantes informes científicos la comunidad internacional habla de limitarlo a no más de 1,5 y que los objetivos para alcanzar esta cifra se revisen anualmente.

Arabia Saudí, pese a haber mantenido un perfil muy bajo durante la COP, emergió como uno de los principales países que bloquearon este avance pedido por la UE, y terminó logrando la eliminación a este tema en la sección de energía del acuerdo. Timmermans insistió que la «UE trató de cerrar estas brechas» y mostró su ambición para que se eliminen gradualmente los combustibles fósiles, algo que apoyan «más de 80 países» .«Lamentablemente, no vemos esto reflejado aquí», señaló.

El funcionario europeo subrayó que el documento acordado, si bien «no bloquea» el camino al 1,5°C, «pone barreras innecesarias en el camino y permite a las partes rehuir de sus responsabilidades». Y es que, según el responsable comunitario, hay «muchas partes, demasiadas partes, que no están dispuestas a avanzar hoy en la lucha contra la crisis climática», y que tienen «miedo a la transición que se avecina»; sobre todo por la crisis mundial tras la invasión a Ucrania, que puede derivar en una recesión global. Claramente esto no será suficiente, pero es una señal política muy necesaria para reconstruir la confianza rota», ha dicho el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.