La odisea del Imserso en Tenerife: «Había gusanos en la comida y cucarachas en la habitación»
SOCIEDAD
Nuevos testimonios apoyan las denuncias de trato discriminatorio a los mayores gallegos en un hotel de las islas
05 nov 2022 . Actualizado a las 13:17 h.La odisea vivida por un grupo de mayores gallegos en un hotel de Puerto de la Cruz, en Tenerife, al que viajaron con el Imserso ofrece ahora nuevos detalles, con otro testimonio que apoya las denuncias realizadas a finales del mes pasado por varios viajeros.
Francisco Brea, que viajó junto a su mujer con ese mismo grupo, asegura que lo peor de todo fue «el trato discriminatorio» que recibieron, algo que no había experimentado en su vida. «Llevo diez años viajando con el Imserso y te puedo decir que nunca jamás nos habían tratado así —explica—. Y no hablo del personal, que fue exquisito en todo momento, sino de las condiciones. Nos metieron como en nuestro agujero, con un comedor aparte, y no teníamos acceso a muchos servicios. Los pobres, para allí». Una de las quejas que despertó más indignación entre los usuarios fue la de las comidas. «Nos quejamos y dejamos claro que lo único que queríamos era una comida decente, que se hiciera con cariño y se pudiera comer». A los testimonios previos, que hablaban de pollo crudo y patatas intragables, se suma ahora este que describe que había «gusanos flotando en el postre».
Pero, además, este viajero pudo comprobar que las habitaciones asignadas eran diferentes del resto. «Yo tengo un familiar que vive allí y se vino a pasar unos días con nosotros —cuenta—. La habitación que le dieron a él era totalmente diferente». No solo eso, sino que en las suyas se encontraron también alguna sorpresa desagradable: «Había cucarachas en la habitación, de cinco centímetros, que volaban y todo». Para este usuario, es normal que las condiciones actuales afecten a las empresas, «porque esto ha cambiado mucho: primero la pandemia, ahora el dinero, que anda como el nabizo.... Pero éramos 55 gallegos y no me parece normal lo que hemos pasado, si vas a un sitio esperas que haya unas condiciones mínimas».
También tiene palabras críticas para los horarios de los viajes, porque «llegamos el primer día a las doce de la noche y nos pusieron solo un sándwich frío... Y el último día tuvimos que salir a las cinco de la mañana». A su juicio, las empresas que forman parte de Mundiplan «si se reparten los intereses de los viejecitos, que somos nosotros, pues que cumplan por lo menos con lo que anuncian».
