Uno de cada cuatro niños sufre acoso escolar en España

a. torices COLPISA / MADRID

SOCIEDAD

Juan Carlos Hidalgo | EFE

El informe «Percepción sobre el bullying en la sociedad española» suspende a los colegios y asegura que ocultan casos para no manchar su imagen

03 feb 2023 . Actualizado a las 17:51 h.

 España tiene un grave problema de acoso escolar y los colegios e institutos, en cuyas instalaciones y clases ocurre la gran mayoría de casos de bullying, no hacen ni mucho menos lo necesario para prevenirlos o atajarlos. Esta es la principal conclusión a la que llega el estudio Percepción sobre el bullying en la sociedad española, un trabajo elaborado con las opiniones de más de 4.000 alumnos de 5 a 18 años, de sus profesores y de sus padres, con entrevistas en todas las autonomías.

La dimensión del problema deja pocas dudas. Uno de cada cuatro escolares españoles de primaria y secundaria son víctimas de algún tipo de bullying, según el trabajo realizado por la organización Educar es todo, una ONG que reúne a 59.000 padres y madres, y por la firma Totto. No es una opinión, son datos reales. El 22 % de los alumnos preguntados admitieron haber sufrido el acoso en sus propias carnes. Un extremo que corroboraron sus padres, el 25%  de los cuales aseguró que sus hijos han sido objetivo de ataques o vejaciones el curso pasado.

En la mayoría de las ocasiones, sobre el 60 %, el bullying toma la forma de ataques psicológicos (burlas, motes) o de insultos, eso sí, continuados, según aclaran las víctimas. La segunda herramienta más común para hacer daño, sufrida por el 40 % de los afectados, es la exclusión, el vacío social. No obstante, la forma más grave de ataque, la agresión física, se da hasta en el 28 % de las ocasiones, con episodios también de ciberacoso en uno de cada diez alumnos. Pese a su proliferación, no es una lacra desconocida por la comunidad educativa, la misma que debería liderar las medidas para minimizarla. Más de la mitad de los estudiantes conoce casos de acoso en su colegio, incluso en su clase. Lo mismo aseguran el 40% de los padres y el 43% de los profesores.

La segunda gran conclusión del estudio es que las escuelas e institutos, piezas clave para poner coto a este drama, están fallando. Ni están bastante preparadas, ni apoyan lo suficiente a las víctimas, ni son diligentes y transparentes en sus actuaciones. En la falta de medios y programas para afrontar el bullying en los centros españoles coinciden el 57 % de los alumnos y el 70 % de sus padres, pero también el 76 % de los profesores. Los chicos desvelan otro grave déficit. Uno de cada tres alumnos acosados no recibió el apoyo y la ayuda necesarios del centro. En la gran mayoría de casos el respaldo se limitó a padres y amigos y en menos de la mitad de ocasiones se extendió a profesores y compañeros de clase.

Ocultación de casos

La tercera crítica a la actuación de los centros también es general. Dos de cada tres padres y el 44 % de los docentes creen que los colegios e institutos ocultan o minimizan episodios de acoso para evitar tener una mala imagen. Los alumnos aseguran, desde la experiencia de su propio centro, que solo la mitad de los episodios se soluciona rápidamente y el 38 % dice haber presenciado casos en los que nadie hizo nada por arreglarlo o ayudar a la víctima.

Los padres y profesores destacan otros tres factores que contribuyen a aumentar el problema o, por lo menos, dificultan que se le ponga coto. Unos y otros, el 93 %, consideran que los progenitores de los niños acosadores minimizan o justifican la actitud de sus hijos. De igual manera, dos tercios de padres y ocho de cada diez docentes aseguran que los alumnos no respetan a los profesores lo suficiente -donde está parte del origen de los acosos- y, lo que es peor, los dos colectivos coinciden en que son los propios progenitores quienes contribuyen a minar la autoridad de los educadores ante sus hijos.

El tercer déficit que destacan es falta de respuesta general. Los padres de niños acosados y su profesor consideran que es insuficiente la ayuda y colaboración para tratar de solucionar el problema. Salvan en parte a las direcciones de los centros, pero critican con dureza la falta de acción de las autoridades educativas (inspección y servicios sociales) y también la de la mayoría de los padres del resto de los alumnos.

 Los padres no controlan el móvil de sus hijos

 El estudio realiza una investigación específica sobre la incidencia del ciberacoso escolar en España y sobre si se toman las medidas necesarias para minimizarlo. Las conclusiones son preocupantes. Se podrían resumir en que el ciberacoso afecta a algo más de uno de cada diez estudiantes de primaria y secundaria y que sus padres, aunque son conscientes de los riesgos de esta herramienta y del mal uso que hacen de ella en ocasiones sus hijos, apenas indagan o controlan qué hacen con el smartphone.

El trabajo empieza por constatar que los niños y adolescentes españoles tienen teléfono propio entre tres y cinco años antes de lo que recomiendan los expertos. El 57 % de los chicos de 10 años ya tienen móvil, proporción que llega al 75 % a los 12, y las dos terceras partes, el 64 %, lleva el smartphone al colegio.

La otra cara de la moneda es que la mitad de sus padres no sabe lo que es el control parental del móvil y de la mitad que sí lo sabe solo el 35 % lo usa. El 30 % no controla el uso que su hijo hace del teléfono pese a que el 51 % dice que los chicos tienen cuentas en redes sociales, que saben que algunos participan en retos virales y que un 30 % está convencido de que ve contenidos inadecuados, el mismo porcentaje que cree que usa videojuegos violentos. El descontrol se da aunque el 85% de los progenitores entiende que la falta de filtros contribuye al acoso escolar y sabe que sus hijos pasan una media de siete horas diarias ante pantallas, y hasta nueve los fines de semana.

Los chicos admiten hacer usos inapropiados del móvil. El 12 % se ha burlado de compañeros en redes sociales o chat y, a su vez, el 15 % ha sufrido estas burlas o insultos cibernéticos. El 11 % reconoce mirar el móvil de su pareja sin permiso y el 7 % ha subido fotos comprometedoras de compañeros a internet sin autorización, la misma proporción que lo ha sufrido alguna vez.