Sonsoles Ónega: «Nunca me he reído tanto como haciendo una guardia frente a la casa de Luis Bárcenas»

j. moreno MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Sonsoles Ónega
Sonsoles Ónega Roberto Garver

La presentadora renueva las tardes de Antena 3 con su espacio en directo «Y ahora Sonsoles»

31 oct 2022 . Actualizado a las 10:04 h.

El plan que Atresmedia ideó para Sonsoles Ónega (Madrid, 44 años) convenció a la presentadora para cambiar de cadena. La periodista es una de las grandes incorporaciones de la temporada televisiva y presenta desde esta semana Y ahora Sonsoles, un nuevo programa diario de actualidad y entretenimiento en directo para las tardes de Antena 3 (19 horas). De esta manera, debuta en el grupo de comunicación después de haber presentado, hasta julio, el magacín Ya es mediodía en Telecinco. «Venimos a convivir con lo que hay en otras cadenas sin establecer guerras ni duelos», avanza.

—¿Era una oferta difícil de rechazar?

—A mí me gustan los cambios. Me va la marcha. Lo más seductor en ese momento en el que puse cara a esos señores de Antena 3 es que pensaran en mí para sus proyectos en directo relacionados con la actualidad. Eso es un honor como la copa de un pino, porque son cosas que crees que no te van a pasar jamás. La vida me ha demostrado que, a veces, te sorprende. Y dejarse sorprender y escuchar lo que piensan de ti o qué creen que puedes aportar a una cadena como Antena 3, que es líder de audiencia, me sobrecogió. Una vez valorada la oportunidad del cambio, fue rápido para no estar mareando la perdiz.

—¿En qué basa su apuesta para las tardes de Antena 3?

—Creo que la actualidad y los programas en directo tienen su atractivo. Los espectadores deben saber que a esa hora pueden ver un espacio en el que la vida pasa por delante de ellos. Vamos a contar la actualidad desde el entretenimiento con el enriquecimiento de las miradas de los colaboradores que me acompañan en el plató. No todos son periodistas, sino que se van a incorporar otros nombres desconocidos hasta ahora en televisión. El objetivo del equipo de este programa ha sido renovar la pantalla, asumiendo un riesgo, porque necesitas que la audiencia los conozca y se pare a conocerlos. Espero que el espectador valore todo esto y que la magia que estamos palpando en los ensayos se traslade a los hogares. Es una franja difícil, aunque estemos bien acompañados por Tierra amarga y Pasapalabra.

—¿Hay espacio en televisión para un corazón distinto a «Sálvame»?

—La crónica social está presente en Antena 3 en sus espacios de directo, como Espejo Público. Hacemos un programa que incorpora ese elemento porque creo que forma parte de la vida de los ciudadanos. España es un país que consume vida social y no rechaza el corazón. Vamos a contarlo con respeto por los personajes que requieran esa admiración y con naturalidad. Venimos a convivir con lo que hay en otras cadenas sin establecer guerras ni duelos, que lo he leído por ahí y es algo que no me representa. Huyo del conflicto y espero que a todos nos vaya bien.

—¿No cree que estamos saturados de tantas malas noticias en televisión?

—Hay una saturación de malos datos porque el momento que vivimos es muy complejo. Contaremos lo que hay, no vamos a dulcificar la actualidad, pero siempre hay maneras de contarla. La vida está llena de sorprendentes historias que van a tener cabida en este formato. El programa incorpora público y, cuando me acerco a preguntarles qué es lo que más les ha gustado, todos coinciden en esas historias humanas que no ocupan habitualmente una portada de periódico pero que configuran la realidad.

—¿Echa de menos la calle cuando está en el plató?

—Eso ya me pasaba en Ya es mediodía. Le decía a los reporteros: «Oye, que mañana voy yo» [risas]. Me gusta la calle y la echo de menos. Te permite estar con el ciudadano, con quien pierdes un poco el contacto cuando estás en el plató. Eso es indiscutible. Me he formado como periodista en la calle y estoy muy orgullosa de ello. No me he reído más que haciendo una guardia frente a la casa de Luis Bárcenas. Lo echo de menos, pero también son etapas de la vida. Me gustaría tener más pulso con la calle del que tengo y ahora, con un programa de tarde, es más complicado todavía.

—Fue redactora en el área de tribunales. ¿Cómo ve el bloqueo en el Poder Judicial?

—Me hubiera gustado contarlo relativamente. Me habría tenido que contener muchas veces para no decir aquello de «¡vaya tropa!» Es sonrojante que hayamos llegado a este punto de retraso de la renovación del Consejo General del Poder Judicial, con un incumplimiento manifiesto de los deberes de los que ostentan cargos públicos. Flaco favor le hacen a la justicia y a la confianza del ciudadano.