Un órgano humano trasplantado puede vivir más de cien años

D. Chiappe MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

JCCM | EUROPAPRESS

Los resultados de dos estudios norteamericanos, en los que se analizó el comportamiento de hígados de donantes mayores a 80 años, permitirían aumentar la disponibilidad de órganos

21 oct 2022 . Actualizado a las 18:31 h.

Hay órganos humanos que pueden llegar a vivir más de cien años trasplantados a otro cuerpo, según dos estudios divulgados recientemente. Por ejemplo, un hígado sobrevivió casi 107 años en un receptor de 69, injertado de un donante de 92 años, un hallazgo que puede resultar de considerable importancia para el sistema de trasplantes porque da pie a aumentar la disponibilidad de órganos. Hasta ahora, el promedio de la edad de los donantes de hígado era de 38 años.

Una de estas dos investigaciones, presentada en el congreso anual del American College of Surgeons (ACS) por investigadores del Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas, demostró que el hígado de un donante mayor de 80 años puede seguir funcionando sin mayores problemas otras dos décadas más en el cuerpo de una persona receptora. «Tendemos a evitar el uso de hígados de las personas mayores», reconocía la coautora del estudio «Llegando a 100 con un trasplante», Christine S. Hwang, en la presentación de su trabajo, mostrando la evidencia del hígado de 108 años. Sus conclusiones ratifican otro estudio publicado un mes antes en la revista Trasplante sobre la «función hepática centenaria en dos personas diferentes». «La longevidad prolongada es mayor entre los receptores de trasplantes de hígado que de riñón», revelaban Rainer Gruessner, investigador de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY), y coautor del artículo.

En este otro estudio se encontraron 19 casos de órganos con más de cien años y 502 de más de 90. Hubo cinco donantes mayores de 90 años, entre ellos el que cedió el hígado que rozó los 107. «Es posible que la longevidad de los órganos en dos individuos diferentes excedan los 100 años fisiológicos. Y se espera que más injertos alcancen esta marca. Los hígados de donantes mayores todavía están infrautilizados», sostienen los investigadores.

En la práctica clínica, se prefiere un órgano «joven», al considerar que funcionará mejor durante más tiempo debido a la menor probabilidad de padecer enfermedades crónicas o haber estado menos expuesto al alcohol o las grasas. Pero este nuevo estudio sugiere lo contrario: los hígados envejecidos lograban una mayor supervivencia en los pacientes. Las investigaciones revelaron que los órganos que alcanzaban la centuria generaban menos complicaciones vasculares o biliares, y mantenían su «función primaria». Y no hubo «diferencias significativas en las tasas de rechazo a los 12 meses» con respecto a los órganos más jóvenes.

El porcentaje de hígados cuya edad, sumada la del donante con el tiempo que estuvo en el receptor, vivió más de cien años fue mínimo: apenas 25 entre más de 250.000. Sin embargo, con este 0,01 % de longevos órganos trasplantados los cirujanos extraen varias claves del éxito del trasplante: los donantes tenían las transaminasas más bajas, mientras que los receptores no eran considerados casos de extrema urgencia. Eran «óptimos» y las condiciones de ambos (receptores y donantes) lograban esta amplia durabilidad.