Una borrasca de 888 milibares en el hemisferio sur, una presión inédita desde que hay registros

SOCIEDAD

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Esta semana se ha formado el ciclón extratropical más profundo desde que existen datos meteorológicos

19 oct 2022 . Actualizado a las 15:58 h.

Esta semana los extremos meteorológicos se están registrando sin duda en los polos de la Tierra. En el norte, Groenlandia lleva días con unas temperaturas hasta 20 grados por encima de lo normal. En el sur, la Antártida no ha querido ser menos y acaba de batir un impresionante récord. Una borrasca situada entre la península antártica y la costa sur de América ha alcanzado la presión más baja desde que existen datos. La cifra, que tendrá que ser confirmada por la Organización Meteorológica Mundial para pasar a los anales de la historia, es de 888 milibares. 

Esa presión mínima en un ciclón extratropical supera por mucho el anterior récord que mantenía desde el 10 de enero de 1993 la borrasca Braer, cuya presión cayó hasta los 914 milibares en aguas del Atlántico norte.  Aunque la cifra más baja sigue perteneciendo al tifón Tip que se desarrolló en el Pacífico en octubre de 1979 y cuya mínima presión central fue de 870 milibares.

Aunque algunas borrascas pueden tener una presión más baja que muchos tifones y huracanes, la inmensa mayoría de los récords pertenecen a los ciclones de origen tropical. «O mecanismo que fai que a presión baixe son as correntes ascendentes de aire. No caso dos furacáns son ascensos convectivos, alimentados polo calor e humidade que aporta un mar cálido. No caso das borrascas estes ascensos son forzados polo jet stream. Cando as condicións son óptimas, os ascensos que provoca a convección nos furacáns son moi intensos, superiores aos que podería forzar o jet stream», asegura Damián Insua, investigador del grupo de Física No Lineal de la Universidad de Santiago.

El ciclón gallego más potente

Galicia es territorio de potentes ciclones extratropicales. En la memoria de muchos gallegos, sobre todo los más veteranos, ocupa un espacio destacado Hortensia y Klaus. Ambas fueron borrascas que provocaron caos y destrucción en la comunidad. Sin embargo, la más profunda y devastadora es una que no tiene nombre y que combinaba lo peor de Hortensia y Klaus.

La borrasca con la presión más baja de la historia de Galicia se formó el día 14 de febrero de 1941 en las Islas Azores. En sus primeras horas de vida, en realidad, sus registros podrían considerarse bastante discretos, ya que la mínima presión era de 990 milibares. La que afecta hoy a la comunidad es incluso un poco más profunda. Sin embargo, durante el ascenso hacia la Península empezó a perderla rápida e intensamente. En el que caso que nos ocupa, da igual que fuera o no una caída explosiva porque descendió hasta los 955 milibares. Son unas cifras propias de un huracán de categoría 3. Para poner en perspectiva la mínima de Hortensia fue de 985 y la de Klaus de 964.

El 16 de febrero no solo era un potente ciclón extratropical, sino que estaba situado encima de la costa noroeste de la comunidad. Es decir, coincidían los dos factores que pueden dar lugar a un auténtico desastre, una profunda baja presión cerca de una zona habitada. Por si fuera poco todo ocurrió en los años de la Segunda Guerra Mundial. La información sobre lo que llegaba por el Atlántico no era precisamente algo que se compartiera. Fue un temporal que no se vio venir. En Galicia los testimonios hablan de un vendaval que arrasaba con todo y olas gigantes que causaron naufragios.