Historia de cómo un ciclón generó un deshielo masivo en Groenlandia

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Groenlandia registró el pasado mes de septiembre la anomalía de temperatura más intensa de todo el planeta

24 ene 2024 . Actualizado a las 22:20 h.

Las temperaturas registradas en Groenlandia durante el pasado mes no tienen precedentes en septiembre. La anomalía positiva de la temperatura media ha sido de ocho grados. En ninguna otra región del mundo ha sido tan elevada. La estación Summit, situada a una altura de más de 3.200 metros, superó el punto de fusión por primera vez en septiembre.

El mes ya empezó con una ola de calor que generó un evento de derretimiento en tan solo tres días. Entre el 2 y 5 de septiembre se perdieron 600, 000 kilómetros cuadrados de hielo. Desde que se toman datos nunca había ocurrido un suceso tan intenso en tan poco tiempo. Y por si no fuera suficiente la pérdida de la superficie congelada en los últimos días del mes apareció Fiona.

No deja de ser curiosa la historia de este huracán y de todo lo que ha generado.Cuando llegó al Caribe empezó a desviarse hacia el norte. Su primer hito fue perder presión de una manera descomunal mientras se transformaba en borrasca. De hecho cuando alcanzó la costa de Canadá su presión mínima central era de récord. El temporal que generó también fue será recordado.

En ese ascenso consiguió algo complicado, molestar al anticiclón de las Azores. El cambio de tiempo de las últimas dos semanas comenzó precisamente cuando la profunda borrasca provocó que el sistema de altas presiones por fin se alejase ligeramente de la comunidad gallega y permitiese que llegase algo de lluvia.

Además, Fiona no hizo el viaje sola. Le acompañó una masa de aire muy cálida de origen tropical que ha llegado hasta Groenlandia y elevó el termómetro y generado otro evento de deshielo descomunal.

Es importante tener en cuenta que este tipo de episodios tan extremos intensifican las procesos de retroalimentación, conocidos como «feedbacks». Cada vez que Groenlandia pierde un poco de hielo, la superficie que queda al descubierto ya no rebota la radiación solar hacia el espacio, sino que la absorbe. Por tanto, donde antes había un mecanismo que ayudaba a enfriar la región, ahora hay otra que actúa justo al contrario. Como consecuencia, el proceso que aumenta la temperatura se acelera.