El PSdeG eleva la distancia entre casas de apuestas y colegios a un kilómetro

Manuel Varela Fariña
M.Varela SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Luis Álvarez y Valentín González Formoso, este lunes, en el Parlamento
Luis Álvarez y Valentín González Formoso, este lunes, en el Parlamento XOAN A. SOLER

Esta martes llevará al pleno del Parlamento su propuesta sobre la normativa del juego en Galicia, después de que la Xunta aprobase el proyecto de ley

03 oct 2022 . Actualizado a las 16:08 h.

Los socialistas gallegos llevan este martes al Parlamento su propia ley del juego, registrada el pasado 22 de abril. Llega por fin al pleno días después de que el Gobierno gallego aprobase en la última reunión del Consello de la Xunta el proyecto de ley reguladora en Galicia, que prevé que pueda estar aprobado definitivamente el año que viene. En rueda de prensa, el secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, expuso las líneas maestras de un plan que «preserva os dereitos dos máis vulnerables» frente a la propuesta del PP, que definió como un «lavado de cara» centrado solo «nos intereses das casas de apostas».

Los socialistas consideran que las medidas de la Xunta en esta norma «quedan curtas». Propone así que, frente al mínimo de 300 metros radiales de distancia entre colegios y casas de apuestas, la distancia se amplíe a un kilómetro. También piden prohibir la presencia de cajeros en estos establecimientos y limitar a una sola máquina las disponibles en la hostelería. Formoso pidió el respaldo del PP, cuyo portavoz parlamentario, Pedro Puy, avanzó ayer su rechazo. 

El líder del PSdeG Formoso argumentó además que el texto que su grupo lleva al Parlamento este martes «está consensuado cos colectivos de afectados» e implica importantes medidas como una mayor distancia de los colegios o limitaciones en cuanto a cajeros o número máximo de máquinas en los locales de hostelería. Los populares, sin embargo, zanjaron la cuestión esta mañana al considerar insuficiente la propuesta de los socialistas. Puy recordó en rueda de prensa que el proyecto de ley aprobado por la Xunta requirió de más de un año de trabajo, durante el que se mantuvieron encuentros con representantes del sector y asociaciones de afectados por el juego.