Sybilla, el hilo invisible de la moda

gloria salgado COLPISA

SOCIEDAD

Una retrospectiva revisa la trayectoria de la diseñadora, desde sus inicios en La Movida hasta su triunfo internacional

03 oct 2022 . Actualizado a las 12:25 h.

El vestido España es una de las piezas más icónicas de la historia de la moda. Confeccionado en 1996 por Sybilla, es una obra maestra alabada por colegas de profesión como Jean Paul Gaultier. El modista francés seleccionó la prenda para su muestra Cine y Moda, junto a la que colocó una cartela en la que afirmaba: «Me hubiera encantado que se me hubiera ocurrido a mí». El vestido está realizado con una compleja técnica en la que se unen las piezas del pecho con hilo de nailon, «el hilo invisible» que da nombre a la exposición retrospectiva sobre la obra de la diseñadora estadounidense, nacionalizada española, Sybilla Sorondo Mielzynska (Nueva York, 1963).

Pero no solo por el uso extraordinario de ese filamento elástico tan resistente que es el nailon se ha dado el nombre a la muestra. Laura Cerrato, comisaria de la exposición, quería profundizar en por qué se reconoce a la diseñadora «cuando la Sybilla de los 80, la Sybilla de los 90 y la Sybilla de 2014 -cuando regresó a la moda tras un tiempo alejada de la industria- son tan distintas en colores, en cortes, en propuestas, en tejidos. Lo que pretende resolver esta exposición son esos códigos comunes, ese hilo invisible que conecta sus 40 años de trayectoria».

El primer punto en común en toda su obra es la fotografía. «Sybilla siempre siente que la pieza está acabada cuando la fotografía está hecha, porque a ella se le van apareciendo imágenes mientras está trabajando en una prenda y luego busca el apoyo de los fotógrafos para trasladar esas visiones». Un nexo fundamental junto con el mundo del arte. «Hace una prenda como si fuera un lienzo, pintando sobre la tela. También -añade- es esencial lo escultórico para poder moldear y dar volumen a los trajes, al igual que lo arquitectónico», consiguiendo a través del patronaje estructuras complejas. «Hay otro código transversal a los otros», explica la comisaria e historiadora de la moda, que es «que las piezas sean transformables para darles versatilidad».

Un universo el de Sybilla en el que aparecen maridajes complejos, no siempre opuestos, pero difíciles de conjugar, como lo artesano y lo industrial. Para ayudar a entender y contextualizar esa obra surge Sybilla, el hilo invisible, ubicada en la Sala Canal de Isabel II, en Madrid, que se puede ver hasta el 15 de enero de 2023. Incluye piezas de diferente índole, soporte y formato, desde prendas de la diseñadora hasta las imágenes de sus colecciones, catálogos de las mismas, invitaciones, desfiles y artículos de prensa.

Su obra se considera como la llegada de la modernidad en el ámbito del diseño en España. Comenzó su trayectoria en 1982, siendo parte del movimiento conocido como La Movida. A finales de la década de los 80 firma contratos en Italia -concretamente, con Gibo, la misma empresa que producía a Jean Paul Gaultier, John Galliano o Alexander McQueen- y Japón, dando el salto a la moda internacional con una expansión brutal. Cabe destacar su compromiso con la sostenibilidad, que ha estado presente desde casi el inicio de su carrera, en un momento en el que muy pocos nombres dentro de la industria hacían una reflexión sobre un tema tan de actualidad hoy en día.

Ahora, Sybilla está en un período de reflexión activa, ya que sigue colaborando con Japón, un país que supo comercializar toda su faceta conceptual. Allí produce tres marcas que incluyen líneas de prêt-à-porter, decoración y complementos, con más de 40 puntos de venta. «Creo que es un matrimonio más largo», comenta Cerrato sobre su colaboración con la compañía nipona Itokin, que comenzó en el año 89. Mientras tanto, confiesa la comisaria, «está pensando en abrir un pequeño taller de ropa a medida y novia porque le gusta mucho el trato con las clientas».