La circulación del noroeste provocará una semana de lluvia y temperaturas bajas para la época del año
26 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El sistema atmosférico representa un complejo puzle. Para asimilar su funcionamiento hay que tener una visión global y evitar centrar la atención en una sola pieza. Una perspectiva más amplia permitirá entender, por ejemplo, cómo es posible que a veces las temperaturas sean más altas en algunos puntos del Círculo Polar Ártico que en regiones de latitudes medias como Galicia. Esto es justo lo que está sucediendo ahora mismo. Las anomalías térmicas son más altas en Islandia o Groenlandia que en la comunidad gallega. El responsable de esta situación es la borrasca Fiona.
Hace unos días, era un potente huracán en aguas del Caribe. Tal y como los modelos señalaron, Fiona subió hacia Terranova y durante el ascenso se transformó en una profunda borrasca extratropical. Finalmente sí ha batido el récord de mínima presión desde que existen registros en Canadá, con 932 milibares. Su evolución y también los daños que ha generado ponen de manifiesto que a veces las borrascas de latitudes medias pueden ser tan peligrosas como cualquier huracán.
Mientras Fiona se movía de sur a norte ocurrieron varias cosas. Para empezar llevó consigo parte del aire tropical del que se había estado alimentando y que permitió que fuese hace el primer huracán mayor de una temporada ciclónica que hasta hace unos días estaba siendo noticia por la ausencia total de actividad. Ahora, la situación ha cambiado radicalmente ya que hay varias tormentas tropicales. Una de ellas, Ian, amenaza con generar serios problemas en los próximos días en Cuba primero y Florida después. Otra, Hermine, ha descargado cantidades históricas de agua en Canarias en las últimas horas.
El aire tropical que viajaba con Fiona ha disparado las temperaturas en algunas zonas de Groenlandia. La comunidad científica avisa sobre otro posible episodio de derretimiento masivo de hielo, tal y como ocurrió a principios de este mes. Además, Fiona ha deformado la corriente en chorro y, como consecuencia, se han creado grandes meandros ascendentes de aire cálido y descendentes de aire frío desde Norteamérica hasta Europa.
Esta configuración propicia que el aire caliente llegue hasta el extremo norte del mundo y el frío a las regiones templadas. Algo que ocurre cada vez con más frecuencia. También en verano. Cuando usted sienta que hace menos calor de lo previsto en su zona para estar en un mundo que se calienta, pregúntese a dónde habrá ido el calor que usted echa de menos. Seguro que a una zona poco habitual. Y con el frío pasa igual. Ahora hay más posibilidades de que el aire gélido del Ártico llegue a las latitudes medias. Esta misma semana, un masa de aire procedente de Escandinavia provoca el descenso térmico en Galicia. También la llegada de algún frente, aunque no se esperan acumulaciones de lluvia importantes.
