El informe que evalúa la pandemia no llegará hasta el 2023

álvaro soto COLPISA

SOCIEDAD

CARMELA QUEIJEIRO

El documento se publicará tres años después del inicio de la emergencia sanitaria. Los expertos designados por el Ministerio de Sanidad para auditar el sistema de salud lamentan la falta de agilidad de la administración.

22 sep 2022 . Actualizado a las 12:29 h.

 Dos años y medio después de la irrupción del covid-19, el informe que debe evaluar el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud durante la pandemia avanza a duras penas e incumple los plazos que se habían dado tanto el Gobierno como el comité de expertos encargado de redactarlo. Como pronto, el documento definitivo estará listo a finales de este año o, más probablemente, ya en 2023, cuando se cumplan tres años del inicio de la emergencia sanitaria. «Trabas burocráticas» y «falta de agilidad de las administraciones» son algunas de las causas de este enorme retraso, apuntan fuentes cercanas al comité de expertos que ha recibido el encargo de realizar este trabajo.

La auditoría de la gestión de la pandemia ha sido una carrera de obstáculos. En agosto de 2020, 20 científicos españoles de primera línea publicaron una carta en la revista científica The Lancet en la que reclamaban un examen del funcionamiento de la sanidad española tras el colapso sufrido en la primera ola de coronavirus, en la primavera de ese año. Ante la falta de respuestas del Ministerio de Sanidad, el 21 de septiembre enviaron una segunda misiva a 'The Lancet' y esta vez sí, hubo reacción. El entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció que se crearía un grupo de trabajo con las comunidades autónomas para determinar cómo sería la evaluación.

«El objetivo de este grupo de trabajo será elaborar una propuesta de marco evaluador del Sistema Nacional de Salud (SNS). Definirá las líneas de evaluación, el alcance, los objetivos, los parámetros y todos aquellos elementos necesarios para llevar a cabo una evaluación independiente lo más completa posible del conjunto del sistema [...] La evaluación de las actuaciones realizadas por parte de las distintas autoridades sanitarias durante la pandemia, así como de las fortalezas y debilidades del SNS al inicio de esta, permitirán adoptar las decisiones conjuntas que correspondan para reforzar la vigilancia epidemiológica, los servicios de salud pública y el conjunto del sistema asistencial», informó el Ministerio de Sanidad el 7 de octubre en un comunicado. El 2 de diciembre el Consejo Interterritorial aprobó el texto que serviría como guía de esta evaluación.

Pero Illa dejó el ministerio para encabezar la candidatura del PSC a las elecciones catalanas del 14 de febrero de 2021, fue sustituido por Carolina Darias y todo volvió a pararse. Diez meses tardaron los técnicos de Sanidad y de las comunidades en seleccionar a los encargados de redactar el informe. Darias hizo público sus nombres el 22 de septiembre de 2021, hace justo un año. Los elegidos fueron: Rosa Urbanos, experta en economía de la salud y presidenta de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas); Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de medicina preventiva; Carmen Pérez Romero, presidenta de la Asociación Economía de la Salud, y Xurxo Hervada Vidal, un epidemiólogo que fue subdirector de Información sobre Salud y Epidemiología de la Xunta de Galicia.

Con un retraso ya de un año desde que Illa adelantó el proyecto, los especialistas recibieron un calendario que pronto se vio imposible de cumplir. Según el acuerdo del 2 de diciembre de 2020, el informe debía estar preparado cuatro meses después de la elección de los expertos, esto es, a finales de enero de 2022. Pero los expertos eran conscientes de que esa fecha no era realista y se otorgaron un nuevo plazo: el verano de 2022. Y sin embargo, esta nueva previsión tampoco ha sido viable.

Trabajo de campo

De hecho, los expertos aún no han empezado a redactar el informe definitivo. El Ministerio de Sanidad ha contratado a varias empresas que están realizando el «trabajo de campo», esto es, recopilando la información básica «a través de encuestas, talleres y grupos focales, siguiendo metodologías 'postactuación' establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC)». Los cuatro 'sabios', que mantienen reuniones periódicas por videoconferencia, están ahora recibiendo los primeros informes, pero creen que no tendrán todos hasta finales de este año, o incluso más tarde, ya que algunas de las empresas que están realizando el trabajo de campo han marcado plazos más amplios para terminar sus trabajos.

«Y desde que se reciba la información primaria, se necesitarán por lo menos otros dos meses, siendo optimistas, para digerir todo, sintetizar y poder terminar el trabajo», explican las fuentes consultadas, que no ocultan cierta «decepción». «El informe va mucho más retrasado de lo que estaba planteado. Está avanzando con los tiempos de la administración», lamentan estas fuentes, que, sin embargo, mantienen «la esperanza» de que el documento «sirva para algo porque se necesitan muchos cambios en muchos ámbitos y sobre todo, dentro de la salud pública». «No se trata de repartir palos a todos, sino de aportar ideas que puedan ayudar a mejorar el sistema», sostienen.

En esa idea coincide el comité de expertos con Rafael Bengoa, uno de los grandes científicos españoles y firmante de las misivas de The Lancet, que también cree que el resultado de la evaluación debe ofrecer soluciones «a futuro» y no ser «culpabilizante para evitar que las administraciones se sientan señaladas y puedan meterse en un caparazón que impida las mejoras necesarias».

Pero a la vez, el exdirector de Sistemas de Salud de la OMS y antiguo asesor de Obama cree que España «es un país que ha decidido que no es necesario hacer una gestión rápida de la pandemia. Eso no interesa ni al Gobierno del PSOE ni a los ejecutivos autonómicos del PP. Y si no evaluamos, ¿vamos a estar preparados para futuras variantes, que es muy probable que las haya? No. ¿Seguimos siendo vulnerables? Sí». Además, Bengoa considera que la evaluación en España se ha vinculado demasiado al Ministerio de Sanidad como para ser considerada «independiente». «Necesitamos más transparencia», sostiene Bengoa, que se muestra partidario de la creación de una autoridad independiente de responsabilidad sanitaria, al estilo de la AIReF, que se encarga de asuntos financieros. «Una AIReF sanitaria permitiría informar a la ciudadanía con credibilidad y periódicamente sobre la situación de nuestro sistema sanitario», asevera este experto.

El comité español que está evaluando el sistema sanitario ha visto cómo se les han adelantado otros informes, como el publicado la semana pasada en The Lancet, que cargaba contra la gestión de la pandemia realizada por la OMS. Y aunque no había capítulos específicos para cada país, el epidemiólogo Jeffrey Lazarus, codirector del Programa de Infecciones Víricas y Bacterianas del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y uno de los 28 expertos elegidos por la revista científica para redactar su texto, subraya que en España «se han cometido y se siguen cometiendo muchos errores». «El Gobierno sigue sin tener un plan ante la posibilidad de que el escenario pandémico empeore», subraya Lazarus.