El párroco de Loureda, en Arteixo, paga de su bolsillo 50.000 euros para restaurar tres retablos barrocos

D. Vázquez ARTEIXO / LA VOZ

SOCIEDAD

Fotografía de una de las figuras del retablo a medio restaurar, donde se aprecia el cambio.
Fotografía de una de las figuras del retablo a medio restaurar, donde se aprecia el cambio. V. Martínez

El Concello había impulsado hace un decenio un proyecto para declarar BIC el conjunto religioso que no llegó a ejecutarse

24 ago 2022 . Actualizado a las 11:39 h.

El retablo central de la iglesia de Loureda, en Arteixo, ya presenta un aspecto renovado, aunque hasta septiembre no se habrán concluido los trabajos de restauración sufragados por el párroco, Manuel Blanco Rey. Sin ayuda oficial, el sacerdote, el único natural de Arteixo de los que ofician en el municipio, tomó la decisión que sufragar los 50.000 euros de la obra para salvar un conjunto artístico destacado, después de que hace casi un decenio desde el Concello se iniciaran los trámites para que el templo y el iglesario fueran declarados bien de interés cultural (BIC), algo que no llegó a ejecutarse ni está previsto que se haga.

Solo se había redactado un plan director, en el que el arquitecto y profesor de Arquitectura Iago Seara destacaba que existían «valores individuales de mucha significación como la casa rectoral y el templo, que es extraordinario, y donde conviven tres estilos arquitectónicos: medieval barroco y neoclásico». Ese trabajo es la base para la restauración que se realiza ahora. El párroco asume la obra del retablo y el Concello, por su parte, ha iniciado, con un proyecto diferente, la rehabilitación de la rectoral.

El después (aún en obras) y el antes del retablo central de Loureda.
El después (aún en obras) y el antes del retablo central de Loureda. V. Martínez

«Yo llegué aquí en el 2012, el anterior cura no quería obras, pero todo se iba a desmoronar e hicimos, con el Ayuntamiento, que sí quería, ese plan fantasioso del BIC, que no se llevó a cabo y que suponía soterrar el cableado, retirar el tráfico de detrás de la iglesia y volver la escalinata a su sitio. La actual obra es menos ambiciosa», reconoce con cierta pena el sacerdote. «La actual iglesia es románica, por lo menos del siglo XII. El retablo mayor es de 1775, y los laterales, 16 años anteriores, todos de la época del cura Manuel de Ponte y Andrade», comenta el sacerdote, que también le atribuye la escalinata al templo a su antecesor y que cuestiona que se haya desplazado.

Consciente de delicado estado de los retablos, Blanco Rey encargó a Techne Conservación y Restauración de Arte, de O Pino, una obra que se prevé que esté finalizada en diciembre. Los restauradores Milagros Martínez, Ana Sánchez Calzada, Águeda Paz Pombar y José Antonio Martínez Mellado comenzaron a trabajar en el retablo central el 7 de julio. Es el más singular. «Es de Ferreiro, uno de los artistas más importantes de Galicia en el siglo XVIII. Como la iglesia de Santa María de Loureda está dedicada a la Virgen, en la parte inferior tiene el tránsito, cuando muere, en el medio está la Asunción y en la parte superior, cuando la coronan. En Galicia no debe haber otro que concentre las tres escenas de María y de la calidad de este», explica Martínez, que reconoce que el libro de fábrica del templo les ayudó a conocer la obra y detalles como que el pan de oro con el que se decoró vino de Valladolid.

Contrasta la zona ya restaurada, con el estado anterior de la obra.
Contrasta la zona ya restaurada, con el estado anterior de la obra. V. Martínez

Con «muy buena ejecución de talla y policromía», cuenta con una inscripción que indica que en 1775 se hizo por encargo del párroco, y otra del siglo XIX, cuando se hizo un cuestionado repolicromado de algunas zonas.

«Tenía carcoma, un anclaje cedido, mucha suciedad adherida al barniz y los repintes», relata Martínez sobre una obra sobre la que aún están trabajando, pero en la que ya lucen unas columnas de un contundente azul, antes negras, y se ven figuras, como los ángeles, que la suciedad había tapado. En septiembre comenzarán con los retablos laterales.