Si en el estado en el que vives es ilegal abortar, la empresa te paga el viaje

SOCIEDAD

La cadena de supermercados Walmart, la última en sumarse. La empresa privada con más trabajadores del mundo se une a una lista en la que, entre otros, figuran Uber, Amazon, Disney, Netflix, Starbucks, Goldman Sachs, Condé Nast, H&M, Google, IBM, Ralph Lauren o PricewaterhouseCoopers.
La cadena de supermercados Walmart, la última en sumarse. La empresa privada con más trabajadores del mundo se une a una lista en la que, entre otros, figuran Uber, Amazon, Disney, Netflix, Starbucks, Goldman Sachs, Condé Nast, H&M, Google, IBM, Ralph Lauren o PricewaterhouseCoopers. MICHAEL REYNOLDS | efe

Medio centenar de compañías estadounidenses se comprometen a amparar a sus empleadas

11 sep 2022 . Actualizado a las 22:25 h.

Mañana hará dos meses que se derogó la sentencia que durante 50 años protegió el acceso al aborto en Estados Unidos. La decisión de restringirlo o no quedó entonces en manos de cada estado. Inmediatamente, los más conservadores activaron leyes que tenían en la recámara para prohibirlo y hoy, a 23 de agosto del 2022, interrumpir voluntariamente un embarazo es ilegal en ocho territorios en prácticamente todos los supuestos, incluso en casos de violación, incesto y anomalías en el feto; en otros cinco se pena con cárcel frenar la gestación a partir de las seis semanas, cuando empieza a haber latido fetal. Ante la incertidumbre jurídica, los médicos están dejando incluso de asistir abortos espontáneos y un reguero de clínicas ha ido echado el cierre por todo el país por miedo a acabar entre rejas. En la práctica, la teoría se traduce en que solo aborta —en condiciones seguras— la que puede permitirse viajar a un lugar donde no es delito someterse a una intervención de este tipo (ni tampoco llevarla a cabo), pero también quien está en nómina de alguna de las empresas que, sublevadas contra la decisión del Supremo, se están comprometiendo a amparar a sus empleadas costeando sus desplazamientos.

Cuando el año pasado Texas prohibió abortar a partir de la sexta semana, retorciendo de tal manera la redacción de la ley que la dejó fuera del ámbito de acción federal, algunas empresas locales, dispuestas a asumir los gastos de aquellas trabajadoras embarazadas de más de mes y medio que no tenían en sus planes llevar su preñez a término, abrieron de forma pionera un paraguas que terminó convertido —también— en declaración de intenciones. La postura caló y ya en el mismo momento en el que se filtró el borrador de la Corte Suprema fue adoptada por un buen puñado de compañías estadounidenses, entre ellas Amazon, Apple, Microsoft o JP Morgan. Hoy son más de medio centenar las firmas que se han comprometido a amparar en su decisión a sus empleadas, ampliando las coberturas médicas y reembolsando los costes de los desplazamientos a otros estados con regulaciones permisivas, incluso los alojamientos. De Disney a Condé Nast, de Tesla a Uber, de H&M a Netflix, de PriceWaterhouseCoopers a Walmart, última en sumarse a la lista.

La cadena de supermercados cubrirá a partir de ahora el aborto o los costes de viaje para someterse a él de las empleadas con seguro y de sus familiares en caso de embarazo ectópico, de violación e incesto, y de interrupciones espontáneas, tal y como recoge un comunicado interno de la compañía al que tuvo acceso el canal de televisión CNBC; también, cuando haya riesgo para la madre o si el feto no es viable, supuestos que ya se contemplaban anteriormente. Walmart, con sede en el muy tradicional estado de Arkansas, costeará el desplazamiento de aquellas trabajadoras que no puedan obtener una intervención legal en 161 kilómetros a la redonda de su lugar de residencia. El minorista más importante del mundo da trabajo a 1,6 millones de personas y tiene miles de tiendas en todo el país.

El respaldo del patrón es una buena noticia, pero tiene sus aristas. La primera, las ampollas que está levantando en los estados republicanos, dispuestos a emprender medidas legales y a levantar obstáculos para contratar coberturas médicas para plantillas a aseguradoras externas, la mayoría sujetas a leyes estatales. La segunda, la brecha que abre la protección empresarial. A pesar de que integran la lista compañías que emplean perfiles de todo tipo, según el Instituto de Salud Reproductiva Guttmacher, las tres cuartas partes de las mujeres que abortan en Estados Unidos viven por debajo del umbral de la pobreza y no tienen acceso a este tipo de asistencia.