El Ártico se calienta cuatro veces más rápido que el resto de la Tierra

Xavier Fonseca Blanco
Xavier Fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El océano Ártico,
El océano Ártico, Xurde Margaride

El polo norte se ha convertido en la zona cero del cambio climático

16 ago 2022 . Actualizado a las 13:07 h.

La ciencia del clima acaba de anunciar un descubrimiento que pone de manifiesto una vez más que se está subestimando el cambio climático. Era sabido que el Ártico se calienta con más intensidad que el resto del planeta. Se pensaba que hasta tres veces más, lo cual ya es mucho. Ahora un artículo publicado en Nature sostiene que en realidad el calentamiento es cuatro veces más intenso. Desde 1979 la temperatura aumentó por década 0,73 grados frente a los 0,19 a nivel global.

Este hallazgo confirma la hipotésis que ya planteó en su día el científico sueco Svante Arrhenius, uno de los primeros en alertar sobre los efectos que produciría en el sistema climático los gases de efecto invernadero.

El mecanismo que provoca que el Ártico sea la zona cero del cambio climático se conoce como «amplificación». Quiere decir que hay un fenómeno local que potencia el calentamiento global. En este sentido, uno de los efectos que provoca que la temperatura aumente con más intensidad es el albedo, la capacidad de una determinada superficie para reflejar la radiación solar. El blanco del hielo devuelve al espacio casi toda la radiación que le llega. Sin embargo, al desaparecer esa capacidad se pierde.

Este calentamiento del Ártico tiene muchas consecuencias. Por ejemplo, en el aumento del nivel del mar, las corrientes marinas e incluso en la geopolítica. A medida que la temporada de deshielo dure más, el transporte marítimo utilizará la ruta del noroeste que promete revolucionar el tráfico por mar. La tensión está servida entre Rusia, Estados Unidos y China.

Hay otro efecto del que la comunidad científica todavía no tiene datos suficientes para asegurarlo al cien por cien. La amplificación ártica podría ser uno de los culpables de que la corriente en chorro circule cada vez con más frecuencia en modo meridional, creando grandes meandros. Esta configuración es precisamente la responsable del verano tan extremo que se está viviendo en muchas zonas del hemisferio norte, como Europa. La parte ascendente de la corriente en chorro provoca que las altas presiones sean más intensas y que llegue aire cálido. No solo eso, si de repente la Península se queda en el meandro descendente una borrasca puede situarse al suroeste de la Península y bombear aire cálido. Esto fue justo lo que pasó durante la megaola de calor de julio. Una DANA impulsó aire africano que invadió el continente europeo y el Reino Unido.