La OMM asegura que la reciente ola de calor «es la nueva normalidad»

SOCIEDAD

ANDY RAIN | EFE

La mortalidad en Galicia por calor se triplicará entre el 2030 y el 2080

21 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La megaola de calor está viviendo sus últimas horas. Ha superado las expectativas, pero también ha demostrado que los modelos meteorológicos funcionan. Uno de ellos predijo temperaturas superiores a 40 grados en el Reino Unido con diez días de antelación. Algunas instituciones importantes ya se han pronunciado sobre un evento extraordinario por su intensidad, duración y extensión.

El Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, aseguró que el episodio de temperaturas que ahora mismo se considera histórico es, en realidad, «la nueva normalidad» a la que tenemos que ir acostumbrándonos. Por su parte, el director científico de la Agencia Británica de Meteorología, Stephen Belche, confesó que «nunca pensé que vería en mi carrera 40 grados en el Reino Unido. Es una prueba de que el clima ha cambiado y seguirá haciéndolo».

Taalas también ha señalado que las olas de calor durarán al menos hasta el 2060 «independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático». Un matiz importante porque los eventos de temperatura evolucionarán de manera diferente en función de los diferentes escenarios propuestos, más o menos pesimistas, por el Panel de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC).

En el 2018 un estudio internacional en el que participó el CSIC ha cuantificado la mortalidad por olas de calor en 420 ciudades de veinte países del mundo dependiendo de las diferentes proyecciones propuestas por el IPCC PARA el período 2030-2080. En el peor de los casos, con un aumento de la población y sin adaptación al calor, habría un incremento de la mortalidad del 290 %, casi el triple. Entre 1970 y 2020 se estiman unas 2.400 muertes por ola de calor en España y unas 5.500 entre 2030-2080. En algunas ciudades de Galicia los efectos de los episodios de temperaturas extremas serían incluso mayores que en el resto de España. En A Coruña y Pontevedra tendrían un incremento de la mortalidad superior al 300 %.

El trabajo señala que ciertos factores como una población envejecida aumenta el impacto de calor por agravamiento de patologías. De ahí que los efectos puedan ser más notables en la comunidad gallega. En esta última ola de calor también se ha descubierto cómo Galicia, que parecía un refugio en la Península, puede ser de las comunidades más afectadas. Los nuevos patrones meteorológicos aumentan la frecuencia de DANA en el oeste peninsular. Este tipo de sistemas de bajas presiones tienen el potencial para dejar temperaturas muy altas, generar una inestabilidad brutal y crear un ambiente favorable para la proliferación de incendios.

La comunidad científica espera que este episodio meteorológico sin precedentes sirva que la población deje de negar el cambio climático. En este sentido, hace unos meses se publicó un artículo en la revista Global Environmental Change que destaca que el escepticismo climático disminuye durante los fenómenos de calor extremo.