—¿El proyecto más inmediato es el paso por la Basque Culinary Center?
—Seguiré trabajando en los proyectos que tengo personales. Me encantaría abrir un servicio de comida a domicilio en Barcelona, con los platos con los que más me identifico y que la gente los pruebe en su casa. Luego tengo un proyecto con mi pareja en Tarragona, tenemos un terrenillo con muchos olivos y vamos a hacer aceite de oliva virgen extra. Y por supuesto el futuro es montar mi propio restaurante, que ha sido siempre mi sueño. Luego esos dos premios que he ganado durante el programa, que es trabajar con Jordi Cruz en el Abac (que será después de la Basque) y la estancia de un año en Cancún, pero eso tengo que ver aún cómo lo encajo.
—Su participación en «MasterChef» ha visibilizado y normalizado su orientación sexual, pero también que una puede llevarse bien con una ex, como ocurrió con Teresa.