Los ladrones, detenidos este martes, se llevaron botellas valoradas en más de 1,6 millones de euros, con las que recorrieron Europa tratando de no dejar rastro
20 jul 2022 . Actualizado a las 15:14 h.Uno de los robos más polémicos y comentados de los últimos tiempo acaba de ser resuelto. Nueve meses después de que desaparecieran del restaurante Atrio, en Cáceres, 45 botellas exclusivas, valoradas en más de 1,6 millones de euros, la Policía Nacional ha detenido en la frontera de Croacia a dos personas como los presuntos autores del golpe. De todas las unidades, destaca el Château d'Yquem de 1806, un ejemplar único en el mundo valía más de 300.000 euros. De momento, no se ha aclarado qué ha sido de las famosas botellas protagonistas de esta historia.
Los autores de la sustracción adquirieron precisión y especialización en este tipo de delitos en el barrio madrileño de Salamanca, donde previamente habían perpetrado hasta tres robos de botellas valiosas en restaurantes. En concreto, el varón detenido -la otra persona es una mujer de nacionalidad mexicana- ya había sido arrestado por estos robos en restaurantes madrileños y, solo días antes de dar el golpe en Atrio, la pareja estuvo en otro afamado establecimiento de la capital española.
La Policía Nacional ha ofrecido este miércoles en rueda de prensa más detalles sobre el mediático robo de 45 botellas de vino de la popular bodega del restaurante Atrio (2 estrellas Michelín), y que se ha saldado con la detención en Croacia de un hombre, de 48 años, y de una mujer, de 29 años, ambos con antecedentes penales por los citados robos en restaurantes de Madrid.
Sin embargo, no hay rastro del botín millonario: 45 botellas, de las que 38 son Romanée Conti, con un precio medio de 12.000 euros en la carta del restaurante cacereño; un Montrachet Grand Cru 1999 Magnum, con un valor de 25.500 euros, y «la que más dolió» a los gerentes de Atrio, Toño Pérez y José Polo, un Chateau d´Yquem de 1806, valorada en 310.000 euros.
Los arrestados fueron localizados en Croacia gracias a una operación internacional con la participación de agentes de la Policía Nacional junto a la Oficina Sirene, Europol, Interpol, la Dirección General de Policía Criminal y Comisaría de Policía Fronteriza de Gruda (Croacia), además de las Agregadurías de Interior de España en Rumanía y Países Bajos.
Los dos detenidos conocían muy bien el restaurante cacereño, ya que lo visitaron tres veces antes de llevar a cabo el robo para hacer un estudio previo del lugar. En este sentido, la Policía apunta a la «gran profesionalidad, especialización y la perfecta planificación del robo». De hecho, desde el Cuerpo Nacional de Policía en Extremadura definen la intervención con muchos actores y «digna de una serie de Netflix». Los detenidos no son de nacionalidad española. «Son extranjeros y de muy lejos», se han limitado a indicar las mismas fuentes.
Pocos días después del robo, a finales de octubre del año pasado, ambos abandonaron España y sus continuos cambios de ubicación dificultaron la investigación, impidiendo conocer su paradero exacto. Finalmente, fueron localizados entrando en Croacia desde Montenegro, a través del puesto fronterizo de Karasovi Sutorina.
Los hechos han podido ser esclarecidos ahora y los supuestos autores arrestados gracias a una «perfecta coordinación» de los cuerpos de seguridad a nivel nacional e internacional.
Se trataba de botellas muy especiales tanto para José Polo como para Toño Pérez, dueños de Atrio, compradas desde hace décadas. De hecho, la bodega de Atrio es, junto con la cocina del restaurante, uno de los principales reclamos para pasar por este espacio ubicado en la plaza cacereña de San Mateo. Se ha convertido en una visita obligada para los amantes del vino, y el restaurante brinda la opción a sus comensales de acceder a ella para que puedan contemplarla y conocerla.
Un robo planeado
El robo se produjo en la noche del 26 al 27 de octubre de 2021, cuando una pareja, un hombre y una mujer, cenaron en este restaurante cacereño, se alojaron en una de las habitaciones de su lujoso hotel de la cadena Relais &Châteaux y se llevaron sin levantar sospechas las 45 botellas de vino más valiosas de su bodega. Según las gestiones realizadas, los agentes han podido constatar que la mujer se alojó en el Hotel Atrio formalizando la reserva mediante un documento falso suizo. Tras cenar en el restaurante junto a su cómplice, visitaron la bodega invitados por el personal. Tras el recorrido, subieron a la habitación.
Horas más tarde, hacia la una y media de la madrugada, se produjo el robo. En ese momento pidieron algo de comida para picar. Según narró tras los hechos José Polo, el recepcionista se fue a la cocina para ver si podía proporcionarles algo rápido. Habría sido en ese momento cuando se cometieron los hechos, aprovechando que el recepcionista había abandonado su puesto y dejó de visionar las cámaras de seguridad. Según ha puntualizado la Policía Nacional en nota de prensa, ambos demostraron estar «altamente especializados» y tener experiencia para realizar un robo del que habían planificado hasta el más mínimo detalle.
Fue el hombre, como recogieron las cámaras de seguridad del alojamiento, el que abandonó la habitación y se dirigió al sótano donde se encuentra la bodega. Tras acceder con una llave maestra, previamente sustraída, salió poco después con tres grandes mochilas -una en cada mano y otra a la espalda- donde introdujo las botellas. Para proteger las botellas dentro de las mochilas utilizaron varias toallas de la habitación donde estaban hospedados.
El robo fue descubierto a la mañana siguiente por el personal del hotel, constatando que los presuntos autores se habían sobre las seis de la mañana. Tras numerosas gestiones, tanto en España como en otros países, los agentes lograron identificar a los dos presuntos autores de los hechos.
Las botellas
Del establecimiento sustrajeron siete botellas de la bodega Château d'Yquem, que pertenece al grupo Louis Vuitton, y 38 de la bodega Romanée Conti, ambas francesas. Entre las botellas desaparecidas se encontraba una pieza única: el Château d'Yquem de 1806, un caldo con 215 años de trayectoria y una curiosa historia detrás. «Es la pérdida que más me duele», aseguró días después del robo José Polo.
Esta preciada botella, que adquirió en el año 2000, se rompió por la zona del cuello cuando iba a ser depositada en una caja de madera. Sus dueños trasvasaron el contenido a otra botella que al día siguiente se encargaron de llevar a Francia. Viajaron con ella hasta Burdeos, donde se encuentra la bodega, para que el caldo fuera trasvasado a una nueva botella sin perder sus propiedades. La enóloga jefe de Château d'Yquem, Madame Garbey, comprobó la originalidad del líquido y su buen estado de conservación. El caldo se reembotelló y Garbey rubricó su autenticidad. Se trataba del vino más caro de la carta de Atrio, donde se ofrecía al público por un valor de 350.000 euros.