Una serie adelanta el futuro conflicto en el Ártico entre China y Estados Unidos

SOCIEDAD

Lo nuevo de la danesa «Borgen» retrata la tensión por el control de Groenlandia

17 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Es bien conocido que en los países nórdicos el tema medioambiental tiene una enorme influencia. La nueva temporada de Borgen (Netflix) ha sabido explotar ese interés y se mete hasta el fondo en la crisis ecológica. Lo hace de una manera muy oportuna porque retrata un problema desconocido, pero que tendrá un tremendo impacto en un futuro no tan lejano.

El eje argumental sobre el que orbitan los capítulos es el descubrimiento de petróleo en Groenlandia, que provoca un debate en el país sobre la conveniencia o no de extraerlo, dada la vulnerabilidad del lugar. El Polo Norte es la zona que sufre los efectos del cambio climático con más intensidad. Sin embargo, hay muchos intereses ocultos en la región.

Lo que cuenta la ficción es completamente real. En el Ártico quedan por explotar enormes reservas de gas, petróleo y tierras raras que son el combustible de la civilización actual. Aunque la gran revolución será la ruta marítima del noroeste que abrirá el deshielo y que modificará el comercio marítimo, que es lo que sustenta la globalización.

El pastel es muy goloso, pero no todas las potencias del planeta pueden aprovecharse. Los mejores situados son Estados Unidos y Rusia. Los rusos consideran el Ártico como su casa y son los que más fuertemente están apostando. Tienen un plan bien definido y una hoja de ruta que incluye inversiones por valor de trillones para construir ciudades en la costa siberiana. Estiman que en el 2030 habrá una pérdida total del hielo marino en el verano.

El gran ausente es China. El gigante asiático no puede reclamar nada porque sus costas no limitan con el océano ártico. Lo que sí puede hacer, y de hecho está haciendo, tal y como se explica en la serie, es tratar de influir sobre los territorios que están en el Polo Norte. Y en este sentido, la pieza clave es Groenlandia. China lleva años invirtiendo en la isla más grande del mundo, que pertenece a Dinamarca, para tratar de ocupar un espacio clave cuando el hielo haya desaparecido.

Pero Estados Unidos también enormes tiene intereses en Groenlandia. Para ellos todo lo relacionado con esta isla se asume como un tema personal porque la consideran clave para su estrategia militar. Desde la Segunda Guerra Mundial tiene instalada la base aérea de Thule.

Es cierto que al tratarse de una serie danesa, la cuestión de Groenlandia resulta un tema cercano para los habitantes del país nórdico y tiene sentido la historia que tratan de contar. Sin embargo, Borgen ha sabido trasladar con precisión el origen de un conflicto que más temprano que tarde acabará estallando. Y además se señala directamente cuál es la auténtica mina de oro y verdadero motivo de tensión entre las potencias más poderosas del mundo en el extremo norte. No son tanto los recursos naturales como la gestión de la nueva vía marítima que permitirá ahorrar mucho tiempo y combustible respecto a las rutas tradicionales. La cuestión es que una parte muy importante del Ártico no pertenece a nadie y habrá una disputa entre potencias nucleares por el control del paso marítimo. Borgen anticipa otro pulso entre oriente y occidente.