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Europa se enfrenta esta semana a un atípico evento meteorológico, una megaola de calor

SOCIEDAD

Plaza de Compostela, en Pontevedra, este martes
Plaza de Compostela, en Pontevedra, este martes CAPOTILLO

Ourense registró ayer su máxima histórica, con 43,3 grados, y Vigo una mínima de 27,7. Los avisos por temperaturas extremas se extienden hoy por Galicia

07 mar 2023 . Actualizado a las 17:34 h.

Alguien dirá que en verano es natural que haga calor. Sin embargo, las temperaturas de esta semana se escapan de lo que puede considerarse como normal. Así lo confirman los datos climatológicos de MeteoGalicia. En la estación que tiene instalada en Ourense, ayer se alcanzó la máxima absoluta más alta desde que existen registros, en el 2011, con 43,3 grados. En la estación de la Agencia Estatal de Meteorología, cuya serie de datos se remonta a 1972, también se batió el récord con un valor de 43,1. Las mínimas tampoco fueron menos. Durante la pasada madrugada en Vigo y Fornelos de Montes el termómetro no bajó de los 27,7 grados. Cifras propias de una noche ecuatorial. El episodio meteorológico actual ni siquiera se ajusta a una ola de calor convencional. «No recuerdo haber visto una situación tan extrema y que durase tanto tiempo. Quizás la del 2003», reconoce Juan Taboada, de MeteoGalicia.

Europa está siendo testigo y víctima de un fenómeno atmosférico extremo conocido como «megaola de calor». El término puede parecer catastrofista o un invento de los medios de comunicación, pero ni una cosa ni la otra. Se trata de un concepto ampliamente usado en la literatura científica. «En xeral refírese a aquelas especialmente intensas, extensas e persistentes. Os dous exemplos máis emblemáticos quizais sexan a do 2003, que afectou aos países de Europa occidental, e a do 2010, que afectou principalmente a Europa oriental e Rusia. Os investigadores céntranse en estudar este tipo de vagas de calor porque son as que xeran un maior impacto. Por exemplo, estímase que a de 2003 causou máis de 70.000 vítimas», reconoce Damián Insua, investigador del grupo de Física No Lineal de la USC.

Intensidad, zonas y duración

El episodio de altas temperaturas de estos días encaja por sus características con una «megaola de calor». Primero por su intensidad, ya que se están batiendo marcas históricas. Además, su duración será muy prolongada. Otro factor es su extensión. «A diferenza da vaga de calor de xuño, da que Galicia se mantivo á marxe, este caso afectará a toda a Península e a partir do fin de semana estenderíase a moitos outros países, como Francia, Reino Unido, Bélxica ou Alemaña. Espérase que se superen os 35 graos nestas zonas menos afeitas ao calor», subraya Insua.

El fenómeno físico que suele intervenir en una «megaola de calor» se llama retroalimentación y es un concepto que está adquiriendo mucho protagonismo en el contexto de calentamiento global. «Os procesos de retroalimentación non só son importantes nas vagas de calor, tamén no cambio climático. Hai varios tipos. O máis coñecido é o do albedo que afecta especialmente aos polos da Terra. A máis temperatura menos xeo e con menos xeo hai máis temperatura porque o branco reflexa toda a radiación e se desaparece absorbe a radiación».

En este caso la retroalimentación aparece como consecuencia del intenso calor que produce la combinación de un anticiclón persistente y una advección de aire cálido desde zonas subtropicales. A medida que pasan los días el suelo comienza a secarse y el calor se acumula. «A interacción entre o solo e a atmosfera é clave, posto que a máis temperatura menos humidade no solo, e a menor humidade no solo máis temperatura. Isto coñécese como proceso de retroalimentación positiva e é debido a que cando o solo está moi seco toda a enerxía que chega do sol invístese en calor e non en evaporar auga. A acumulación de calor tamén xoga un papel importante. Aínda que as temperaturas baixen pola noite en superficie, a uns centos de metros de altura poden manterse altas, o que fai que ao día seguinte sexa máis fácil que volvan subir. Un exemplo claro atopámolo na radiosondaxe feita por Meteogalicia onte en Santiago, a cal mostraba temperaturas de 22 graos en superficie e de 31 a case 1.000 metros de altura», subraya Insua.

En la configuración actual hay un bloqueo, con una dorsal sobre la Península, pero también una depresión aislada en altura que se mantendrá estacionaria al este de las Azores. El anticiclón asegura altas temperaturas ya que estamos en una época de máxima radiación y la Dana acentúa el calor al transportar aire subtropical. «Ademais, o feito de que o patrón atmosférico se manteña igual por varios días activa os mecanismos de retroalimentación co solo e de acumulación de calor. O movemento cara o oeste da Dana esperado para finais de semana encargarase de estender o calor a outros países», finaliza el investigador de la USC.

A partir de 26 grados crece la mortalidad en Galicia

El intenso calor no tiene previsto ofrecer un respiro. Más bien al contrario. Los avisos por altas temperaturas se extienden a otras zonas de Galicia. Salvo la costa norte y zonas altas de la provincia de Lugo, toda la comunidad gallega está hoy en alerta por máximas que llegarán al menos hasta los 36 grados. En la provincia de Ourense se espera que el termómetro pueda superar la barrera de los cuarenta grados.

Será una jornada en la que se superará el umbral de temperatura máxima a partir de la cual aumenta la mortalidad. Este límite varía en función de la provincia. Así, en A Coruña la frontera se sitúa en los 26 grados. Cuando el termómetro alcanza o supera esa cifra la mortalidad por calor en la provincia coruñesa crece un 6,7 %. Lugo registra uno de los porcentajes de mortalidad más altos de España a partir de su umbral de temperatura máxima. Cuando se rebasan los 34 grados, las muertes por calor aumentan un 13,1 %.

El daño que produce el calor no se manifiesta de manera directa. En España, de las 6.600 víctimas mortales asociadas a la «megaola de calor» que se registró en el año 2003, únicamente 130 fueron muertes directas. El resto fueron como consecuencia del empeoramiento de las enfermedades.

«Las más vulnerables son aquellas personas que padecen problemas cardiovasculares y respiratorios. Hemos trazado también un perfil de las víctimas y suelen ser mujeres mayores de 75 años que mueren como consecuencia de un problema cerebrovascular agudo. Además, el calor puede producir partos prematuros, bajo peso al nacer, mortalidad por párkinson y también ingresos por enfermedades neurodegenerativas», señala Julio Díaz, jefe del Departamento de Epidemiología y Bioestadística del Instituto de Salud Carlos III.

En España cada año el calor produce más víctimas mortales que los accidentes de tráfico. En España fallecen unas 1.300 personas y en Galicia una media de 110. «Estas cifras aumentarán de forma significativa si no se lleva a cabo un plan de adaptación al cambio climático. Está previsto que se lleguen a 12.000 muertes anuales a finales de siglo», advierte Díaz.