La investigación también revela que el 33 % se sentiría cómodo accediendo al perfil de las redes sociales de un progenitor fallecido si este dejara sus datos de acceso en su testamento. Sin embargo, este nivel de comodidad no es igual cuando los encuestados lo consideraron para sí mismos. Solo el 15 % de los españoles tienen previsto dejar en su testamento el acceso a su identidad digital o presencia online (búsqueda en Internet, redes sociales, historial de compras, correo electrónico, iCloud).
El derecho al olvido digital no es automático
«A menudo, los datos que compartimos hoy no reflejan la persona que seremos mañana. Tenemos que comprender mejor el impacto de los datos compartidos a lo largo del tiempo y cómo pueden cambiar nuestras vidas el día de mañana», ha expresado el investigador principal de seguridad del equipo de investigación y análisis global de Kaspersky, David Emm, en un comunicado.
Este investigador señala que los internautas debemos saber si es posible borrar los datos que hemos compartido en Internet de forma permanente, o hasta qué punto puede hacerse, solo por el hecho de que «nuestra antigua identidad digital porque ya no refleje nuestros valores».
Sin embargo, y «a pesar de que la normativa en materia de protección de datos reconoce a las personas físicas el llamado derecho al olvido digital, su ejercicio no es automático», ha apuntado el abogado del despacho Bamboo Legal y especialista en protección de datos, Nando Olcina.
El derecho al olvido «no nos permite borrar cualquier rastro que hayamos dejado en internet», matiza el abogado, y explica que «deben cumplirse una serie de condiciones relativas a que la información difundida en Internet sea inadecuada, inexacta, no pertinente, excesiva u obsoleta y que no entre en conflicto con otros derechos fundamentales como son la libertad de expresión o el derecho a la información».