La menor tuvo que ser trasladada al estado de Indiana, donde se ha detectado ya un incremento de pacientes procedentes de otros puntos de Estados Unidos que ya prohíben interrumpir el embarazo
04 jul 2022 . Actualizado a las 16:41 h.
Una niña estadounidense de diez años, embarazada de seis semanas como consecuencia de una violación, ha tenido que ser trasladada a Indiana porque en Ohio, el estado en el que reside, está prohibido realizar abortos desde finales de junio tras la decisión del Tribunal Supremo estadounidense de suprimir el derecho a nivel federal.
El lunes pasado, una ginecóloga de Indianápolis recibió una llamada de un colega de Ohio, especializado en abuso infantil. Tenía en su consulta a una niña embarazada de seis semanas y tres días, pero legalmente no podía practicarle un aborto, según informa el Indianapolis Star Tribune. La ley estatal de Ohio prohíbe las interrupciones voluntarias de embarazos a partir de la sexta semana, cuando el feto empieza a tener latido. La norma, impuesta en cuanto la Corte Suprema derogó la doctrina de Roe contra Wade, ha sido recurrida, pero el Tribunal Supremo de Ohio ha dictaminado su vigencia hasta que se resuelvan los recursos. También Indiana tramita su particular ley estatal del aborto y ya hay prevista ya una sesión del congreso estatal para el 25 de julio en la que la mayoría republicana previsiblemente impondrá nuevas restricciones, pero de momento aquí esta práctica sigue siendo legal.
Los sanitarios de Indiana han detectado desde el 24 de junio —cuando el Supremo estadounidense revocó el derecho al aborto— un significativo incremento de pacientes procedentes de otros estados, principalmente de Ohio y Kentucky, que piden cita para la realización de abortos porque en sus lugares de origen ya está prohibido.