Recuperar la vida después de la cárcel: «Por primera vez me siento útil»

Marta Otero Torres
marta otero REDACCIÓN

SOCIEDAD

El programa ReIncorpora, financiado por la Fundación ''la Caixa'' ofrece recursos para que los exreclusos retomen su vida normal

30 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Recuperar la vida después de pasar por prisión es un camino largo y difícil. El programa ReIncorpora, financiado por la Fundación ‘‘la Caixa'', trabaja por ayudar a estas personas en riesgo de exclusión a reinsertarse en la sociedad. «Es un programa en el trabajamos con la institución penitenciaria y el centro de inserción social -explica Rosaura Romo-, para diseñar un itinerario de reinserción sociolaboral en el que ofrecemos a las personas entrenamiento en competencias importantes para el empleo (autocontrol, autoconfianza, trabajo en equipo), y les vamos formando con una sesión semanal».

La entidad se encarga de motivarles y darles recursos para el empleo, como formación en nuevas tecnologías, las claves para hacer el currículum o de cómo se puede buscar empleo. «Se va trabajando con las personas que están acabando la condena, porque el objetivo es que antes de salir consigan una inserción sociolaboral, que es mejor para integrarse en el entorno y no volver a la rutina de antes. Se trata de acompañarlos en la creación de una nueva vida y un nuevo entorno», afirma Romo.

Una prueba de que el éxito del programa es posible es el caso de Pilar. «Su caso salió muy bien, fue de los que estrenó el programa. Venía de cumplir condena en Teixeiro, empezó a trabajar en el equipo de allí, con varias formaciones ocupacionales y trabajando en destino productivo (trabajos de baja remuneración en prisión). El equipo creyó que podía ganar responsabilidad y habilidades laborales, entrenar para cuando estuviese fuera».

Después pasó al tercer grado, y en el centro de inserción social la acogió la entidad y consiguió un trabajo. Después de realizar talleres diversos en nuevas tecnologías consiguió una oferta por horas. «En la empresa, viendo como trabajaba, le fueron dando más horas -añade-. Una vez que alcanzó la libertad total le dieron un puesto a jornada completa y ahora lleva con una vida estable, absolutamente diferente a la que tenía antes».

La esencia del programa la resumen las palabras de la propia Pilar: «nos dijo que la mayor fortaleza es que se siente útil por primera vez en la vida, que siente que tiene algo que ofrecer tanto a la sociedad como a la familia, que su rol ha cambiado».

Para Rosaura Romo es una satisfacción «que se vea que lograrlo es posible, aunque el camino es duro. Porque cambiar el rol es muy complicado; cambiar el entorno -sobre todo-, las rutinas e incluso las relaciones afectivas es muy complicado, pero con acompañamiento sí que se puede».