La primavera deja en Galicia una lección sobre el clima del futuro

SOCIEDAD

22 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La meteorología es una ciencia de sensaciones y la memoria que almacena las condiciones atmosféricas no funciona demasiado bien. Por ello, resulta muy fácil hacerse una idea equivocada de lo que sucede con el tiempo. Sin embargo, los números suelen poner las cosas en su sitio. Junio está siendo inestable y muchos gallegos pueden haber olvidado de dónde venimos. La Agencia Estatal de Meteorología informó ayer de que la primavera ha sido muy cálida y muy seca.

La anomalía positiva de temperatura en Galicia ha sido de 1,2 grados respecto al valor climatológico del período 1961-2022. La media se disparó en el mes de mayo, el segundo más cálido de la serie histórica, solo superado por el del 2020. En el interior de la comunidad se alcanzaron los 40 grados y en las provincias atlánticas 34, 3, por ejemplo, en Vigo.

La primavera ha permitido descubrir experimentalmente de qué va el cambio climático. El calentamiento global provoca que ascienda la temperatura media mundial. Desde la época preindustrial ha aumentado 1,1 grados. Pero esa media anual no sube de manera progresiva, sino que crece a través de episodios de altas temperaturas concretos en lugares específicos. Esto es justo lo que ha pasado con la estación primaveral en la comunidad gallega. Además, se ha podido comprobar los efectos cuando la anomalía térmica se coloca por encima del grado.

La Aemet también recordó que España sigue en situación de sequía meteorológica. Desde el 1 de octubre hasta hoy ha llovido un 25 % menos. La primavera terminó muy seca en el tercio norte y muy lluviosa en el área mediterránea. De hecho, Galicia fue la comunidad donde menos llovió.

Si la precipitación se comportó justo al contrario de lo que suele ser normal en España ha sido por el papel que ha estado ejerciendo el anticiclón de las Azores. Durante la primavera ha desviado las borrascas más al sur de lo normal. Las bajas presiones descargaron en Andalucía y el Levante, justo donde el agua hacía más falta.

Además, la Agencia Estatal de Meteorología publicó, con motivo del comienzo del verano astronómico, la previsión para los próximos tres meses. No hay sorpresas, ya que indica que serán más secos y cálidos de lo habitual. De hecho, el pronóstico destaca que la ausencia de lluvia será más notable en el norte peninsular.

Cuesta muy poco creer que el período estival en Galicia pueda ser caluroso y seco. Bastaría algo de inercia para que así sea. Sin embargo, han aparecido nuevos elementos que actúan en la dirección contraria y que deben tenerse en cuenta. Las anomalías positivas en la temperatura del agua que se están registrando actualmente frente a la Península y la costa noroeste de África suelen debilitar el sistema de altas presiones. Esta sucediendo ya en este junio, un mes húmedo. Por ello, la última palabra de lo que ocurrirá durante los próximos meses en Galicia la tendrá el anticiclón. Basta fijarse en él para saber qué va a pasar, al menos a medio plazo.

Las previsiones estacionales son lo que son, más experimentales que otra cosa. Y la atmósfera es impredecible casi siempre. En cualquier caso, hay que recordar que es un producto cada vez más demandado por ciertos sectores, como el turismo. Además, la ciencia busca mejorar el conocimiento a prueba de ensayo y error.