La serie británica «Manhunt» destaca el trabajo de la ciencia forense gallega

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Imagen de la serie «Manhunt»
Imagen de la serie «Manhunt» Filmin

El Instituto Luis Concheiro ayudó a identificar a un depredador de mujeres del Reino Unido

18 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El 16 de noviembre del 2009 los medios británicos anunciaron el arresto del depredador de ancianas Delroy Grant, el hombre más odiado y buscado en el Reino Unido. Su detención fue posible gracias a la Operación Minstead, la más importante llevada a cabo contra un violador por parte de la Policía Metropolitana. Se lo acusaba de cinco violaciones, seis agresiones y once robos cometidos desde 1992.

Durante 17 largos años, los investigadores habían tratado de identificar al hombre que agredía sexualmente a mujeres de entre 68 y 93 años en el sureste de Londres y que repetía su modus operandi. Atacaba de noche y cortaba las líneas de teléfono para evitar que sus víctimas pidiesen auxilio. Siempre llevaba pasamontañas.

La búsqueda de un sospechoso no dio frutos porque ninguno de los testimonios permitía crear un retrato robot del agresor. Y los únicos testigos de la investigación eran las propias víctimas. Y aunque se encontraron restos de esperma, la sorpresa fue descubrir que no había antecedentes. «La policía dispone de una bases de datos de ADN, donde están los perfiles genéticos de grandes criminales. Pero ninguno coincidía con el que había en el escena del crimen», explica Victoria Laureu, directora del Instituto de Ciencias Forenses Luis Concheiro.

Imagen de la serie «Manhunt»
Imagen de la serie «Manhunt» Filmin

Cuando el caso se estaba enquistando, la policía decidió acudir a la ciencia forense. Fue entonces cuando las autoridades británicas se pusieron en contacto con la Universidad de Santiago.

«El prestigio de nuestro laboratorio es incuestionable y reconocido a nivel mundial en el ámbito de la genética forense. Nos llegan casos de todo el mundo porque hemos creado marcadores genéticos que no existen en otros muchos países. Es normal que cuando hay situaciones en las que los servicios policiales ya no saben por dónde tirar opten por acudir a nosotros», subraya Laureu. «No hace mucho nos llegó un caso de una niña asesinada cerca de Madrid cuya investigación se iba a cerrar porque llevaba casi 20 años abierto. Nos trajeron una muestra y a partir de ella nosotros elaboramos un origen biogeográfico. El juez encargó que a las personas con esos rasgos se le hiciesen análisis individuales. Se supo entonces que el asesino era un familiar», añade.

El trabajo realizado en este laboratorio gallego por medio de unos marcadores de inteligencia a partir de las muestras de ADN que fueron recogidas en el escena del crimen permitió que los científicos de la Universidad de Santiago ofreciesen el origen biogeográfico del sospechoso. «El resultado informa sobre de dónde es y sus características físicas. Por ejemplo, si es europeo, el color de los rojos y del pelo y también un rango de edad. Es como si de repente hubiera un testigo visual», explica.

Gracias a la información aportada por los científicos gallegos la investigación pudo avanzar. «De repente el juez encargado de la instrucción podía ordenar tratar de localizar en una zona determinada a una persona con un rasgos físicos definidos», asegura Laureu.

Y cuando la búsqueda se avanzaba gracias a la ciencia forense de Galicia, ocurrió lo inesperado. Una cámara captó al sospechoso después de haber cometido un acto de violencia. Las características coincidían con la información aportada por Instituto Luis Concheiro.

El caso del violador de ancianas ha sido llevado a la ficción en la serie británica Manhunt, que se puede ver en Filmin y que relata en tres capítulos todos los detalles de la investigación llevada a cabo para encontrar a Delroy Grant. La serie menciona el papel relevante que jugó la Universidad de Santiago.