Disney y su beso lésbico

SOCIEDAD

18 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un beso ha bastado para la censura de Lightyear en 14 países. La secuela de Toy Story, centrada en el héroe que inspira al emblemático astronauta en la película infantil original, no podrá verse en parte de Oriente Próximo y Asia. Está por ver lo que ocurre en China para la producción de Pixar y Disney, que se han atrevido a mostrar en pantalla a dos mujeres fundiendo sus labios.

Toy Story siempre fue una saga rompedora. En 1995 cambió la historia del cine, irrumpiendo como la primera película de animación realizada a ordenador. Con su puntería característica para todo lo puntero, el mismísimo Steve Jobs ayudó a financiarla. Veintisiete años después la saga no innova en la técnica, pero sí en el contenido, erigiéndose como el primer filme de este tipo en ofrecer el plano de un beso lésbico.

Chris Evans —que dobla al protagonista y está de rabiosa actualidad por haberle dado follow a Shakira nada más anunciar su ruptura con Piqué— ha sido muy gráfico al referirse a los censores como «idiotas» que «se extinguirán como los dinosaurios». «La pareja formada por dos mujeres ha estado presente desde el principio en la película», se vio obligado a explicar el director para justificar la necesidad de la escena. El oportunismo de la polémica en plena promoción es obvio, como lo es la necesidad social de dar pasos como este. Un beso, lésbico o no, jamás debería generar odio. En nadie.