Todos los colegios e institutos deberán tener un comedor escolar para luchar contra la obesidad

redacción LA VOZ

SOCIEDAD

Pau Gasol participó en la presentación del plan, que impulsa a través de su fundación, junto al presidente del Gobierno
Pau Gasol participó en la presentación del plan, que impulsa a través de su fundación, junto al presidente del Gobierno Kiko Huesca | EFE

El Gobierno presenta un plan de 200 medidas para reducir en un 25 % el peso de la población infantil de aquí al 2030, entre ellas una asignatura de Nutrición y la apertura de las instalaciones escolares para la práctica del deporte

10 jun 2022 . Actualizado a las 17:57 h.

No la provoca un virus ni se contagia por el aire, pero la obesidad infantil es una grave epidemia que azota el mundo occidental, y muy particularmente, a los países mediterráneos. España ocupa el poco honroso tercer lugar de la Unión Europea con más niños por encima de su peso, el 40 % del total. Dos de cada diez escolares de entre sis y nueve años, el 23,3 %, tienen sobrepeso y otro 19% está incluso un escalón por encima y sufre obesidad. Para frenar esta enfermedad, que provoca graves problemas de salud en el corto y en el largo plazo, el Gobierno ha presentado este viernes un ambicioso plan que busca reducir entre el 20 y el 25% el número de menores afectados con sobrepeso de aquí al 2030. Tiene ocho años para ello con un plan de 200 medidas, 50 prioritarias.

El proyecto ha involucrado al Ejecutivo casi en pleno, pero también a representantes de la sociedad civil, como los deportistas Pau Gasol y Teresa Perales o el cocinero Joan Roca. En la elaboración del documento han participado 15 ministerios bajo la dirección del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, un liderazgo que se explica en que la obesidad afecta el doble a los niños de las familias con menos recursos.

Entre las 200 medidas que se han puesto sobre la mesa, destaca la propuesta de que, en 2030, todos los centros escolares (colegios e institutos) cuenten con comedores escolares, una iniciativa que requeriría el acuerdo con las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias en educación. Además, el Gobierno quiere que los niños aumenten el 10% su actividad física; que reduzcan el sedentarismo en un 25%; que tengan un 10% más de horas de sueño y que o incrementar en un 50% la adherencia a la dieta mediterránea.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha concretado otras metas, como «impulsar la prescripción del ejercicio físico, la incorporación de los hábitos saludables en las escuelas, la apertura de los patios de los colegios fuera del horario escolar para que los niños puedan hacer deporte, la extensión de núcleos verdes en las zonas urbanas o el uso saludable de las pantallas». «No se trata de una tarea fácil», reconoció Sánchez, «pero tenemos que resolver este problema, que es un asunto de Estado». «Esta situación nace de la desigualdad social que sufrimos por desgracia en nuestro país, exacerbada por la crisis financiera, la pandemia o el alza de los precios por la guerra», ha insistido.

Entre otras, medidas, en los centros sanitarios se deberá impulsar la prescripción del ejercicio físico y en los planes de estudio se deberá introducir una asignatura sobre nutrición y gastronomía. También se propone avanzar hacia una fiscalidad saludable e incrementar la densidad de fuentes públicas en pueblos y ciudades.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la obesidad infantil como la «epidemia del siglo XXI». En España, cuatro de cada diez niños y niñas tienen exceso de peso (el 23,3% sobrepeso y el 17,3% obesidad). Por tramos de edad, el 34,9% de niños de 8 a 16 años tienen obesidad o sobrepeso, porcentaje que asciende al 40,6% en el caso de los de 6 a 9 años, según datos de Unicef, que además, alerta de que con la pandemia, las cifras han empeorado. La desigualdad económica tiene relación directa con el sobrepeso. En los hogares con menos ingresos, el 23,7% de los niños padece obesidad, frente al 10,5% en los hogares con más medios.

Según el plan presentado ayer por el Gobierno, la obesidad supone reducir en 2,6 años la esperanza de vida de una persona, ya que el 80 % de los adolescentes obesos se convertirán en adultos obesos, con enfermedades de adultos ya en la infancia, como la hipertensión o la diabetes. 

La atención a la obesidad, una enfermedad crónica y multifactorial, supone, además, un importante gasto económico, ya que es la responsable del 9,7 % del gasto sanitario y supone una reducción del PIB del 2,9 %. Para cubrir los gastos derivados de su atención y tratamiento por las enfermedades asociadas que conlleva, cada español paga de sus impuestos 265 euros al año.