En estos momentos, ya hay disponibles previsiones estacionales publicadas por diferentes instituciones científicas de prestigio, como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) o el Modelo Europeo de Predicción (ECMWF). «La NOAA pronostica con claridad un verano cálido y no tan contundente, pero con probabilidades de ser seco. El modelo europeo apunta que estaríamos probablemente en percentiles bajos de lluvia y sobre todo muy probable que estemos en percentiles altos de temperatura», destaca Taboada.
No es casualidad que los principales modelos coincidan en que la estación será más cálida y seca de lo normal. Parece más bien la inercia de un año en el que el anticiclón de las Azores ha estado muy reforzado. La ausencia prolongada de lluvia obligó a activar una prealerta por sequía. Si las altas presiones se comportan igual en verano ayudará a canalizar masas de aire subtropicales hacia la Península que dispararán el termómetro. El pasado fin de semana ya hubo un anticipo en el sur de la Península, donde se superaron los 40 grados. En unos días, la Agencia Estatal de Meteorología también hará pública su apuesta para los próximos tres meses.