Los valores diurnos más suaves se registran normalmente en la alta montaña, el litoral cantábrico, el noroeste de Galicia y las islas occidentales de Canarias, aunque debemos tener en cuenta que ni siquiera estas zonas, entre el 15 de julio y 15 de agosto, se salvan de la etapa más cálida del año: la canícula.
También son temidas las noches tropicales, que en los últimos 10 años han aumentado de forma evidente durante el verano. Se producen sobre todo en la vertiente mediterránea, el valle del Guadalquivir, el golfo de Cádiz y los archipiélagos. En la meseta sur y valle del Ebro son menos frecuentes.