Kate Middleton y Tom Cruise, de la mano

Martín Bastos

SOCIEDAD

Dan Kitwood / Europa Press

Los duques de Cambridge acudieron este jueves en Londres a un pase privado de «Top Gun: Maverick». Fan de los ídolos del aire, Guillermo se calzó unos zapatos de terciopelo con aviones bordados

20 may 2022 . Actualizado a las 17:56 h.

Es la foto más comentada del día: Kate Middleton y Tom Cruise, cogidos de la mano en la alfombra roja desplegada en Leicester Square, Londres, a los pies del cine Odeon que este jueves acogió el estreno de Top Gun: Maverick, secuela del clásico de aviación que el resto de los mortales podrán ver en salas el próximo jueves. Pero disuélvanse los malpensados, que si el actor sujetaba a la duquesa de Cambridge era precisamente para eso, para sostenerla y evitar que con la poca libertad de movimiento que le permitía su impecable vestido negro se fuese de bruces al suelo. Menos mal que estaba Cruise y su mano amiga. 

Hay dos cosas que sí quedan claras tras la noche de ayer en la capital británica: que los duques son fanáticos de los ídolos del aire y que entre el intérprete y la pareja se respiraba una complicidad tras la que solo puede estar un contacto estrecho. Tom Cruise mantiene una excelente relación con la familia real británica —de hecho, hace unos días acudió al Jubileo de Platino de la reina Isabel II, con la que se deshizo en halagos—, así que en cuanto se enteró del entusiasmo de Guillermo y Kate por su primer Top Gun no dudó en invitarlos a un pase privado de su continuación. 

Allí se presentaron los duques, de gala. Ella apostó por un diseño de Roland Mouret, con escote barco en color blanco y hombros al aire. Raya al medio, melena al viento, recogida tras las orejas a ambos lados de la cara. Bolso de mano de terciopelo negro, salones a juego y pendientes largos de diamantes. Él se decantó por un esmoquin de terciopelo de color azul marino, pajarita y zapatos, también de terciopelo, bordados con el dibujo de un avión. Vaya detalle.

De esmoquin también se presentó el actor, con su impecable sonrisa, todo educación y ese aire de muñeco, de chaval conservado en formol. Entre los tres se respiraba más que conexión. Fue a la hora de subir las escalinatas de los populares cines londinenses cuando Cruise le ofreció su mano a Kate, pendiente de ella y de su marido en todo momento. «Tenemos mucho en común. Ambos amamos Inglaterra y ambos somos aviadores, a ambos nos encanta volar», confesaba Guillermo.