Xavier Fonseca
El episodio actual de altas temperaturas evidencia la amenaza que supone África para la Península. Cuando uno observa un mapa de la Tierra puede entenderlo perfectamente. España y Portugal no dejan de ser una extensión del continente africano y, por ello, son países especialmente vulnerables al cambio climático.
«O forno africano está sempre aí aínda que non o vexamos. Basta con que haxa unha configuración propicia para que notemos a súa influencia», comenta Damián Insua, investigador del Grupo de Física No Lineal de la Universidad de Santiago. En los mapas de la temperatura a dos metros de la superficie prevista para mañana y el miércoles se puede apreciar lo que apunta Insua. Este sábado la presencia de una borrasca al noroeste de Marruecos provocará que se forme un pasillo de vientos del sur que abrirá las puertas del horno africano. Sin embargo, el miércoles el sistema de bajas presiones desaparece y el horno vuelve a cerrarse.