La masificación turística lleva al Ayuntamiento a preparar la expropiación del entorno de la casa de la protagonista de la célebre obra de Shakespeare
18 may 2022 . Actualizado a las 14:24 h.La última masificación se vivió en Semana Santa, con miles de personas haciendo cola en la calle Cappello de Verona, desde la que se accede al patio donde se entra a la Casa de Julieta, cuyo emblemático balcón es uno de los escenarios donde se desarrollan los amoríos novelados por William Shakespeare en Romeo y Julieta.
Con más de 1,6 millones de turistas que cada año viajan hasta esta ciudad del norte de Italia para seguir los pasos de los Montesco y de los Capuleto, resulta urgente regular el flujo de visitantes para evitar las cada vez más habituales masificaciones. Por ello las autoridades locales de Verona planean expropiar los edificios del entorno de la Casa de Julieta para poner tornos y cobrar un billete que permita el acceso a este espacio. Pretenden así garantizar una experiencia agradable a los turistas que, cada día, se congregan en el patio donde está la escultura de Julieta para hacerse una foto a su lado y, muchos de ellos, también acariciarle un pecho.
«Llevamos hablando de ello al menos desde hace dos años con el Ayuntamiento. Sería una decisión que afectaría al patio y a parte del edificio del siglo XIV que está a la izquierda de la entrada actual», explicó en los medios locales Vincenzo Tinè, superintendente de Arqueología, Paisaje y Bellas Artes de Verona, Vicenza y Rovigo. Por medio de la expropiación, todo este turístico entorno pasaría a ser de propiedad municipal, que podría convertir la zona en un museo, como ocurre ahora únicamente con la Casa de Julieta. De esta manera solo se accedería al patio tras hacer una reserva y comprar un billete, lo que según Tinè acabaría con las colas y «eliminaría la masa de personas que entran solo para hacerse un selfi».
El proyecto de la expropiación no ha gustado nada a los dueños de los negocios del entorno de la Casa de Julieta que se verían afectados. Hay una tienda de recuerdos, otra de numismática, un bed and breakfast y el Teatro Nuovo. Zeno Poggi, presidente de este último, ha hecho una propuesta alternativa para evitar acabar en manos del Ayuntamiento: la creación de un recorrido cultural que comience en este centro interpretativo y acabe en el patio desde el que se contempla el balcón de la Casa de Julieta. Así se evitaría que los turistas tuvieran que entrar y salir por el mismo lugar, como ocurre ahora. «Es la única solución plausible», sostiene Poggi.
Los responsables de los tesoros culturales de Verona rechazan esta opción por considerar que crearía confusión en el visitante. «La única entrada válida es desde la calle Cappello, para hacer entender a las personas que llegan a una casa medieval. Hay que excluir las hipótesis de que se acceda por medio del teatro, que es del siglo XIX, o de un negocio que está al lado y que es de los años 50», afirma Tinè. No hay a su juicio otra solución que la expropiación, que se verá facilitada por la declaración de interés público del edificio y del patio. La pelota quedará así en el tejado del Ayuntamiento, que antes de dar comienzo al procedimiento deberá valorar los esperados recursos que presentarán los dueños de los negocios afectados y el previsible proceso judicial que se abrirá a continuación. Se avecina una larga pelea por la propiedad de este lugar en el que, en cambio, lo que los visitantes esperan encontrar es las claves del amor.