El activismo del periodista lo llevó a la cárcel en la Polonia comunista, pero «no por ello desistió de su firme oposición a la dictadura ni de buscar la reconciliación entre sus conciudadanos», ha remarcado el jurado del Premio Princesa de Asturias, que lo ha elegido entre 40 candidaturas de 16 nacionalidades.
Michnik, cuya concepción de Europa contribuyó a asentar en su país los valores democráticos, constituye además hoy en día «un símbolo de la libertad de expresión y del humanismo, así como un ejemplo ético de resistencia frente a las amenazas autoritarias», resalta el acta del jurado, que ha sido leído este mediodía en Oviedo por el presidente del tribunal, el filólogo y exdirector de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.