Para Vasallo, esto significa que sus esfuerzos legales y monetarios en defensa de la propiedad intelectual de sus películas han tenido eco, independientemente de lo que suceda a partir de ahora con la demanda.
Según asegura, de todos los grandes propietarios de los derechos del cine mexicano él es el único que podía demandar, puesto que los otros -Carlos Slim, Televisa-Univisión y Azteca Tv- tienen lazos con Google y, por ende, con YouTube, propiedad del gigante de las búsquedas por internet.