«Una de cada cuatro personas, a lo largo de su vida ha tenido, tiene o va a tener algún problema relacionado con la salud mental», avisan desde la Fundación Salma. Tres de cada diez ya lo padecen, según el último informe del Sistema Nacional de Salud. Hay que hablar de ello, hay que hacer cultura de ello. «Es irresponsable seguir negando la gravedad», sentencia Ana González.
«Hay gente que lleva 20 años tomando pastillas sin haber ido nunca a un psiquiatra»
Se trata el síntoma, no el origen de la enfermedad. Es un mantra repetido hasta la saciedad en el que insisten los expertos en salud mental consultados. «Hay gente que lleva 20 años tomando medicación sin haber ido nunca a un psiquiatra —denuncia Ana González, de la fundación Salma—, porque se está supliendo la falta de medios con pastillas. El problema, aunque lo silencien los fármacos, sigue ahí». Entre el 2010 y el 2019, el consumo de antidepresivos ha aumentado en España un 36 % y el de sustancias hipnóticas y sedantes, un 23 %, según datos del Ministerio de Sanidad hechos públicos esta semana. «Son la solución más rápida y la más cómoda, y parece también la más barata, porque una caja de pastillas cuesta un par de euros, pero, a la larga, acaba resultando caro», lamenta González, cuya receta pasa por un nuevo modelo de atención —así lo planteó su asociación hace unos meses en el parlamento gallego—, vigilado por un observatorio ajeno a siglas políticas, que incluya unidades de salud mental en los propios centros de salud, al menos un psicólogo en cada colegio e instituto, y la formación de profesores y familias. Solo así, cree, funcionará la detección temprana, piedra angular.