¿Pueden desaparecer los peces?

josé a. gonzález COLPISA / MADRID

SOCIEDAD

Investigadores estadounidenses alertan sobre el futuro de especies marinas y corales por el calentamiento de los mares y las emisiones de gases de efecto invernadero

30 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Pueden desaparecer los peces? Esta es una pregunta aún sin respuesta en gran medida, porque «las extinciones documentadas se limitan en gran medida a la tierra donde los impactos industriales comenzaron antes», explican Justin Penn y Curtis Deutsch, investigadores de la Universidad de Washington (Estados Unidos). Sin embargo, añaden, «las condiciones térmicas y químicas que alcanzan el océano profundo y abierto pueden causar una pérdida del hábitat».

En los últimos meses, las alertas climáticas relacionadas con mares y océanos se han multiplicado. «El Mediterráneo se calienta un 20 % más rápido que el resto de mares», «la superficie del Báltico aumentó cinco grados en 2021», «el Ártico se 'atlantifica'».

El pasado 2021 se cerró como uno de los ejercicios donde la superficie marina en algunos lugares del planeta alcanzó temperaturas muy por encima de la media. Este aumento provoca que en las últimas décadas, centenares de especies hayan buscado aguas más frías.

Hace cuatro ejercicios, una investigación publicada en la revista científica PLoS ONE revelaba este éxodo marino y, recientemente, casi 1.000 especies exóticas han migrado al Mar Mediterráneo debido a su calentamiento a pasos agigantados. Sin embargo, Penn y Deutsch han ido más allá y han fijado el punto de no retorno de la vida submarina. Para su cálculo, los investigadores estadounidenses parten de la premisa que «a mayor temperatura del agua, menos oxígeno».

Los autores calibraron su trabajo con la extinción masiva de animales a finales del Pérmico. Según las indagaciones científicas, durante esta última etapa de la Era Palezoica que acabó hace más de 250 millones de años, la superficie marina del planeta sufrió un gran episodio de calentamiento excesivo que produjo una total desoxigenación del agua de la Tierra. Un pasaje que se bautizó como la Gran Muerte.

«No es un análogo perfecto de la situación climática actual», detallan los autores. Esta catástrofe global fue causada por una serie de factores como grandes erupciones volcánicas en Rusia y Siberia que modificaron el clima y acabaron con el 90% de la vida en el planeta. No obstante, «ahora también están en marcha cambios ambientales similares a los que ocurrieron en a finales del Pérmico», advierten. Una lista que apunta al aumento de las temperaturas, la disminución del oxígeno y una mayor acidez de los océanos.

Extinción de la vida submarina

«El cambio climático es, en efecto, alejar a las especies de los confines de la Tierra», afirman Penn y Deutsch en su investigación. A pesar de ello, descartan el peor pronóstico que sería repetir la Gran Muerte de hace 250 millones de años. «Afortunadamente, las emisiones de gases de efecto invernadero no van en camino del peor de los casos», aseguran.

Los modelos calculados por los autores del texto se centran en limitar el calentamiento del planeta a 2ºC, «esto reduciría la severidad de las extinciones en más de un 70%, evitando la pérdida masiva», revelan.

A pesar de este optimismo, Penn y Deutsch observan la resiliencia de las especies marinas, «esperamos que muchas especies tropicales migren y sobrevivan en latitudes más altas a medida que los océanos globales se calientan», detallan. Solo un aumento de la temperatura por encima de los 1,4ºC «durante los próximos años» produciría una importante reducción de la fauna marina y, especialmente, del hábitat que da cobijo a estos, aunque «de momento hay pocos datos para calibrar estos valores», aseguran.

¿Por qué se calientan los mares y los océanos? Las temperaturas superficiales del mar en las costas están aumentando de forma más rápida que las de los océanos mundiales. La temperatura del agua representa uno de los elementos reguladores de la vida marina más importantes, por lo que los aumentos de temperatura están causando ya grandes cambios bajo la superficie del agua, como, por ejemplo, migraciones de especies o el blanqueamiento de los corales.

Este calentamiento se produce como consecuencia del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), especialmente el dióxido de carbono, que a su vez atrapan cada vez más energía solar dentro de la atmósfera. Así, la mayor parte de este calor atrapado se acaba almacenando en los océanos, lo que repercute en la temperatura y, también, en la circulación del agua. Sumado a esto, las temperaturas crecientes provocan que las capas de hielo polares se fundan reduciendo la cantidad de energía solar que se refleja al espacio, lo que hace que el planeta se caliente aún más.