—Me apetece mucho conocer a Nacho Palau y ver a Kiko Matamoros en estas circunstancias cuando él ha sido muy extremadamente crítico con otros concursantes. También tengo muchas ganas de ver a Rubén Sánchez y su potencial físico, a Desi Rodríguez, creo que va a ser divertidísima, y a Anabel Pantoja, que abandonó hace ocho años. El casting es redondo. Lo más bonito de este reality es que vas con una idea preconcebida de cómo son y, a medida que pasan las semanas, sale su verdadera cara.
—¿Daría el salto como concursante de «Supervivientes»?
—Me costaría mucho, porque no he sido ni siquiera un mochilero en mi vida. Soy bastante cómodo. De pequeño, mi madre me decía que, cuando no comía o no dormía, tenía mala leche, así que imagínate. Y tengo una aprensión total a los bichos. No puedo participar. Además, dejar a mis hijos cuatro o cinco meses, pues tampoco podría. No estoy capacitado para hacerlo. Los que van son unos valientes y estoy agradecido, porque se van a dejar parte de su vida y de su mente en este programa.