El mayor estudio sobre la genómica del cáncer identifica 58 nuevas causas de la enfermedad

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN

SOCIEDAD

Los investigadores han rastreado el ADN completo de los tumores de más de 12.000 pacientes, lo que permitirá avanzar en diagnósticos y tratamientos personalizados

22 abr 2022 . Actualizado a las 15:25 h.

Aubrey es una niña británica de dos años a la que a los 16 meses le fue diagnosticado un cáncer extremadamente raro. Un rabdomiosacoma, un tumor que afecta a los músculos unidos a los huesos. La identificación fue posible gracias la secuenciación y análisis de su genoma completo, lo que también ayudó a los médicos a establecer cuál era el mejor tratamiento que podía recibir. Es un claro ejemplo de la medicina personalizada que se ha empezado a aplicar para combatir el cáncer a partir del perfil genético de cada paciente, pero a la que aún le queda un largo camino por recorrer, porque aún se desconocen muchos de los patrones asociados al ADN de los tumores.

Para avanzar en este camino es clave la secuenciación completa del genoma del cáncer en un número cada vez mayor de individuos. Y esto es lo que acaba de hacer un equipo de los Hospitales Universitarios de Cambridge y de la Universidad de Cambridge que han secuenciado y analizado el ADN de los tumores de más de 12.000 pacientes del sistema británico de salud (NHS), lo que ha permitido encontrar un enorme «tesoro» que arroja nuevas pistas sobre las causas del cáncer, con mutaciones genéticas que proporcionan una historia personal de los daños y procesos de reparación por los que ha pasado cada enfermo

El trabajo, que se ha publicado en la revista Science, ha permitido detectar 58 nuevos patrones o firmas mutacionales desconocidos hasta el momento y que revelan, por ejemplo, si un paciente ha podido estar expuesto en el pasado a causas ambientales como el tabaquismo o la exposición a la luz ultravioleta o a mutaciones genéticas intrínsecas. Es el mayor trabajo sobre genómica del cáncer que jamás se haya realizado.

Son las huellas que permiten determinar el origen individualizado del cáncer en cada persona para establecer con el tiempo diagnósticos personalizados y determinar el mejor tratamiento.

Fue, en cierto modo, un exhausto trabajo de «excavación arqueológica» del cáncer, según explicó a la BBC Serena Nik-Zainal, investigadora principal del estudio. «Podemos  ver -dijo- los patrones o huellas de sus cánceres, como huellas de dinosaurio. Y si el cáncer de cada persona es diferente, podemos personalizar el tratamiento para cada una de ellas».

Para hacerse una idea de la enorme complejidad del reto basta con explicar que cada una de las células cancerígenas puede contener cientos de miles de mutaciones. Incluso millones, pero solo unas pocas contribuyen directamente al desarrollo del tumor. De lo que se trata, entonces, es de identificar los patrones o firmas mutacionales, que son las combinaciones específicas de alteraciones genéticas que resultan clave a la hora de desencadenar la enfermedad.

En este contexto, los investigadores han confirmado muchos de los patrones ya conocidos que pueden originar un tumor e identificado otros 58 nuevos. 

«La secuenciación del genoma completo nos da una imagen total de todas las mutaciones que han contribuido al cáncer de cada persona. Con miles de mutaciones tenemos un poder sin precedentes para buscar puntos comunes y diferencias entre los pacientes y, al hacerlo, descubrimos estas 58 nuevas firmas mutacionales y ampliamos nuestro conocimiento del cáncer», explica Andrea Degasperi, de la Universidad de Cambridge y uno de los primeros autores de la investigación.

Su trabajo ha permitido el desarrollo de nuevas herramientas analíticas y un algoritmo capaz de identificar con precisión las firmas mutacionales antiguas y nuevas en las muestras del cáncer. «Esto -apunta Degasperi- se traduce en una mejor estratificación de los pacientes y atención personalizada. Creemos que estamos al principio de un viaje apasionante».

Los datos genómicos fueron aportados por el proyecto 100.000 genomas, una iniciativa de investigación clínica desarrollada en el Reino Unido para secuenciar 100.000 genomas completos de unos 85.000 pacientes afectados por enfermedades raras o cáncer.

Serena Nik-Zainal, catedrática de Medicina genómica y Bioinformática de la Universidad de Cambridge explica que «la razón por la que es importante identificar las firmas mutacionales es porque son como las huellas dactilares en la escena del crimen: ayudan a localizar a los culpables del cáncer». «Algunas firmas mutacionales -añade- tienen implicaciones clínicas o de tratamiento, pueden poner de manifiesto anomalías que pueden ser objeto de fármacos específicos o pueden indicar un posible talón de Aquiles en tumores individuales».