Sin embargo, todo se complica con las tormentas. Que se lo digan a los meteorólogos que tienen que anunciar avisos por tornados en Estados Unidos con solo unos minutos de antelación. Cuando hay convección, producto de una masa de aire cálido que asciende y se encuentra con el frío en altura, resulta muy complicado a menudo saber qué puede ocurrir. Si el sistema tormentoso será lo suficientemente intenso para descargar agua, granizo y tormentas o incluso un tornado. Porque esa es otra, en una nube de desarrollo vertical o cumulonimbo cabe de todo. Es decir, que si hay un evento de la atmósfera aficionado a la sorpresa es la tormenta en general y el granizo en concreto. Quizás no al nivel que describe la película ya que Flores tampoco fue capaz de prever que habría los ingredientes necesarios para que se formara un sistema tormentoso, algo a lo que sí llega la tecnología actual. En cualquier caso se trata de una buena ocasión para reflexionar sobre la complejidad de la naturaleza y el tremendo desafío que supone tratar de anticipar su comportamiento.