China y Estados Unidos, enfrentados por el confinamiento de Shanghái

La Voz PEKÍN / AGENCIAS

SOCIEDAD

Un hombre pasea a su perro en una zona residencial de Shanghái.
Un hombre pasea a su perro en una zona residencial de Shanghái. Alex Plavevski | Efe

El Gobierno chino ha presentado una queja a los americanos, que autorizaron la evacuación de personal no esencial del consulado

11 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El confinamiento estricto que China aplica ante el rebrote del coronavirus está testando el aguante de la población, que a estas alturas quizás ya no esperara medidas tan duras. Y también ha generado un conflicto diplomático. El Gobierno chino ha presentado una queja formal a EE. UU. después de que Washington autorizara el viernes la evacuación del personal no esencial del consulado estadounidense en Shanghái, y de sus familiares, por el repunte de casos de covid y las fuertes restricciones impuestas por las autoridades chinas para controlarlo, según informa la agencia Efe.

La Casa Blanca también recomendó que los estadounidenses no viajen a Hong Kong, a la provincia de Jilin ni a Shanghái por las restricciones, «incluyendo el riesgo de que se separe a padres y niños» debido a las imposiciones sanitarias.

«Que Estados Unidos autorice la evacuación voluntaria de su personal en Shanghái es su propia decisión. Sin embargo, cabe destacar que las medidas de prevención epidémica tomadas por China son efectivas y científicas, y tenemos plena confianza en que Shanghái y otras localidades superen esta oleada de casos», indicó el sábado por la noche en un comunicado el portavoz de Exteriores Zhao Lijian.

«Hemos tratado de asistir, dentro de lo posible, al personal diplomático y consular residente en China. No estamos nada satisfechos con las acusaciones estadounidenses. Nos oponemos firmemente a ellas y hemos presentado una queja formal por tal motivo», agregó Lijian.

Si bien el resto del mundo se va resignando a convivir con el virus con la relajación de casi todas las medidas, las autoridades chinas insisten en su estrategia de «cero covid», pese a que la última oleada se haya saldado hasta el momento con dos fallecidos y un alto repunte de casos, sobre todo asintomáticos.

La variante ómicron

La alta transmisibilidad de la variante ómicron ha devuelto a China a la casilla de salida en su particular «batalla» contra la covid, con fuertes restricciones a la movilidad, las fronteras cerradas al exterior y confinamientos de ciudades enteras como Shanghái.

Las autoridades de esta ciudad, donde hoy se contabilizaron más de 20.000 nuevos casos asintomáticos, anunciaron el sábado que realizarán una nueva ronda masiva de test a todos sus residentes.

El número total de contagiados activos en la China continental asciende ahora a 22.589, 80 de ellos en estado grave, según las estadísticas oficiales. Las cifras son ridículas para la mayor parte de los países de cierta entidad.

De acuerdo con las cuentas de la Comisión Nacional sanitaria, desde el inicio de la pandemia se infectaron 164.393 personas en el país y fallecieron 4.638, las últimas dos en marzo pasado, que fueron las primeras muertes contabilizadas en más de un año.

El plan es continuar con los test masivos y pensar en cómo aliviar las restricciones a parte de la población, clasificando los edificios en tres tipos según los últimos resultados: confinados, bajo control y en precaución.