Belén Esteban ya reprochó en «Sálvame» a Gustavo González que la investigase

J. V. / Joaquina Dueñas MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

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La colaboradora se enfrentó en directo al periodista mientras la dirección intentaba callarla y cambiar de tema

28 mar 2022 . Actualizado a las 17:46 h.

Sálvame podría estar herido de muerte. Y no es algo a lo que se haya llegado por su pérdida continua de audiencia en los últimos tiempos, ni por el fulminante despido de Paz Padilla, la salida de dos de sus directores, el adiós de Carlota Corredera o la reformulación que se está llevando a cabo casi de un día para otro. No, un escándalo inimaginable salpica al neorreality con una investigación policial bautizada como operación Deluxe. 

Los agentes indagan desde hace tiempo a la dirección de Sálvame por espiar a unos 140 famosos. La noticia la destapaba este fin de semana LOC, de El Mundo, pero todo parece indicar que no era algo nuevo para diferentes miembros del programa. En las últimas horas se ha vuelto viral un vídeo de Belén Esteban, bastante reciente ya que se mencionaba a Marta Riesco, reportera de El programa de Ana Rosa y pareja de Antonio David Flores, en el que reprocha a Gustavo González que la haya investigado. 

«Tú le preguntas por cualquiera que trabaje en Sálvame y te dice todo. Así que pregúntale que él está muy bien informado», decía Belén Esteban. Kiko Hernández le preguntaba al reportero. «Gustavo sabe todo de todos», añadía la princesa del pueblo. «Soy periodista y mi obligación es saber», respondía Gustavo. «¿Por ser periodista tienes que tener lo que tienes? A mí me ha llamado la policía y me han informado de todo lo que tenías en tu casa mío. ¿Tú que te crees que soy una delincuente? Ni una multa tengo de tráfico. Que sea la última vez. Eso lo tenías en tu casa, mío y de mucha gente que trabaja en este plató», se defendía Belén Esteban. 

«Gracias a la comisaría por el buen trato que me dieron. Cuando me llamaron me asusté. Yo iba con mi abogado y encantadores. Sí, Jorge, estoy más tranquila, pero a mí nadie me tiene que investigar si tengo cosas malas en la policía. Vale que sí, que ya me callo, siempre igual. Si no lo digo reviento. Venga, a otra cosa mariposa», terminó diciendo Belén cuando pareció que alguien del programa le había pedido que cambiara de tema. 

Esta discusión que tuvo lugar en plató hace meses, que a priori no tendría que significar nada, más allá de uno de los enfrentamientos que se producen entre colaboradores día sí y día también, cobra ahora mismo una nueva dimensión al conocerse la implicación de Gustavo González en la trama de espionaje que investiga la policía y que salpica directamente a la dirección del programa. 

La Operación Deluxe, una trama de espionaje a más de 140 famosos

Según se publicó este fin de semana, la dirección de Sálvame podría haber impulsado un supuesto espionaje ilegal a más de 140 famosos para obtener información con la que llenar de contenido el programa. La policía investiga desde hace cuatro años la revelación de datos privados por parte de un policía que los hacía llegar a uno de los colaboradores del programa producido por La Fábrica de la Tele, empresa de la que Mediaset es copropietaria. El enlace entre los datos privados y el programa sería el paparazi Gustavo González, un «periodista», según la productora, que «colabora con otros muchos medios de comunicación».

Gonzalez, que no niega el «vínculo» de «larga trayectoria» con «una de sus fuentes, un agente de policía», ya fue detenido por este motivo hace cuatro años. 

Esta supuesta relación delictiva habría sido el principal motivo por el que la semana pasada se apartó a los directores de Sálvame, David Valldeperas y Alberto Díaz, según la información -atribuida al sumario- publicada por El Mundo.

La denuncia en el 2014 del yerno de Rosa Benito

La conocida como operación Deluxe ha puesto sobre la mesa una supuesta trama de espionaje a personajes del corazón, encabezada por los directores del programa Sálvame, con la colaboración del paparazi Gustavo González y de un policía amigo suyo. Un auténtico terremoto que, sin embargo, está teniendo pocas reacciones.

Por el momento, ninguno de los implicados se pronuncia más allá del comunicado emitido por La Fábrica de la Tele (productora del espacio) en el que se desligan de cualquier tipo de actuación delictiva. Se habla de que el espionaje habría afectado a más de un centenar de personas (una veintena, según la productora), incluidos los propios colaboradores. Sin embargo, son muy pocos los nombres propios que han trascendido. Apenas Omar Montes, Rosa Benito o Belén Esteban.

Pero echando la vista atrás ha habido otros sonados casos que añadirían perjudicados a la lista, como Andrés Fernández, marido de Chayo Mohedano, y el empresario José María Gil Silgado. El caso de Andrés Fernández data del 2014, cuando el programa de las tardes de Telecinco publicó la foto de la ficha policial del yerno de Rosa Benito, colaboradora habitual del espacio. Después de meses siendo el foco de atención por su separación de Amador Mohedano y acaparando horas de televisión por sus enfrentamientos con el hermano de Rocío Jurado, la exhibición de esta imagen fue el punto de inflexión para el final de la relación entre la familia y La Fábrica de la Tele. En aquel momento, también supuso la salida de Chayo Mohedano y de Amador de otros programas de Mediaset.

En este procedimiento la Fiscalía de Madrid ya se personó contra cinco de los directores por revelación de secretos: David Valldeperas, Raúl Prieto (ahora en Viva la vida), Pilar Cerisuelo, Sandra Fernández y Jesús Ángel Acha. Se trata de un proceso independiente al que ahora ha saltado a los medios de comunicación, pero en el que parece seguirse el mismo modus operandi, mediante la supuesta obtención ilícita de un documento no público.

La familia también se ha visto afectada por la operación Deluxe. Y es que Rosa Benito desvelaba a través de su cuenta de Twitter el pasado febrero que la policía anticorrupción había acudido a su casa aunque ella no estaba, por lo que facilitó sus datos de contacto para ir a declarar cuando fuera requerida. Y así ha sucedido. La colaboradora de Ya es mediodía publicaba en sus redes sociales el 1 de marzo que había ido «a ver qué tienen mío». «La verdad que me he quedado descolocada de tanto que me han enseñado, he visto y he oído (mío poco)», precisaba. «¿De verdad con todo lo que hay pueden dormir tranquilos? Mi madre decía, no te alegres del mal de nadie... Pero de esta investigación sí me alegro. Sé que falta mucho, pero en la vida todo llega», añadía.

El germen de la operación Deluxe está en otra exclusiva del programa Sálvame de abril del 2018, cuando sus cámaras captaron la detención del empresario José María Gil Silgado, que estaba pendiente de una orden de busca y captura. Una orden que ni siquiera conocía el interesado y de la que era informado por Gustavo González.

El paparazi hacía gala de su exclusiva en directo lo que puso en guardia a la policía que ya había detectado la presunta consulta ilícita de documentos que tenían que ver con famosos para los que hace falta una justificación expresa. Ese mismo año, en octubre, era detenido el periodista en el marco de la operación que ahora también apunta a los directores del programa y a la propia productora fundada por Adrián Madrid y Óscar Cornejo. Entonces, su compañera de trabajo desde sus tiempos de Antena 3, María Patiño, puntualizaba en unas declaraciones que «una cosa es tener fuentes y otra, revelación de secretos».

Con los nuevos datos de la investigación, las sospechas se extienden. Gustavo González fue el fotógrafo que acudió al cuartel de la Guardia Civil después de que Antonio David y Rocío Flores denunciaran a Rocío Carrasco tras el grave altercado que terminó definitivamente con la relación entre madre e hija. La hija de Pedro Carrasco siempre ha mantenido que debió ser el padre quien llamó al paparazi convencido de que ella saldría detenida del cuartel, extremo que Antonio David siempre ha negado. El último giro de los acontecimientos supone un balón de oxígeno para el malagueño que fue despedido hace un año del programa.