«Me sonrojaría si pudiera», la respuesta que daba Siri cuando se le llamaba «perra»

José A. González MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

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La Unesco lleva años luchando contra el sexismo oculto de los asistentes virtuales. Tras muchas críticas, Apple incorpora la «voz neutra» en su asistente de voz

16 mar 2022 . Actualizado a las 11:33 h.

«A 500 metros gire a la izquierda». «Tome la siguiente salida». «Ha llegado a su destino». ¿Cómo recuerda la voz de estas frases comunes del navegador GPS? Hasta no hace mucho, tenían un solo género. También Alexa, el asistente virtual de Amazon; Aura, el de Telefónica; Bixby, el de Samsung; Irene, el de Renfe; Cortana, el de Windows; y Siri, el de Apple fueron concebidos con voz voz de mujer, aunque al ser preguntados al respecto aseguren, como este último, que «no tienen sexo, como los cactus y algunos peces».

No solo es cosa de la voz, también sus nombres son femeninos. «Los asistentes virtuales que ayudan responden a nombres de mujer, pero si son generadores de conocimiento son masculinos, como Watson de IBM», observa Lorena Fernández, directora de comunicación digital de la Universidad de Deusto. Esto sucede, explica, porque las tecnológicas les han hecho caso a los estudios que aseguran que «las voces femeninas ayudan y las masculinas son de mando y asertivas»

El tema lleva años levantando ampollas. En el 2018, la agencia Tangoº puso en marcha la campaña #VocesEnIgualdad. «A veces los estereotipos de género están tan instaurados en nuestra cotidianidad que pasan desapercibidos», señalaban hace ya cuatro años los promotores de esta iniciativa. La Unesco denunció un año después la estereotipación de la mujer en esta tecnología a través del texto Me sonrojaría si pudiera, respuesta que Siri daba a los usuarios cuando la llamaban «perra» o «zorra». «La sumisión de Siri ante el abuso de género y el servilismo expresado por tantos otros asistentes digitales proyectados como mujeres jóvenes proporciona una poderosa ilustración de los sesgos de género codificados en productos de tecnología», señalaban ya entonces los responsables de la investigación. .«Máquinas obedientes y complacientes que pretenden ser mujeres están entrando en nuestros hogares, coches y oficinas», advertía Saniye Gulser Corat, directora de la División para la Igualdad de Género de este organismo internacional.

Casi un lustro después, la igualdad ha permeabilizado en las grandes tecnológicas, aunque escuchar a algunos asistentes con voz masculina en castellano es aún complicado. La que más lejos ha ido es Apple que en su última versión de su sistema operativo (iOS) lleva al máximo el «no tengo sexo» que responde Siri. «Es una buena noticia —destaca Fernández—. Ya era hora».

Es la actualización 14.5 la que añade esta Voice 5, como la ha bautizado el gigante de Cupertino. «Busca ofrecer una voz con un género más neutro para las personas no binarias o de género definido», detalla la compañía. Su desarrollador, Steve Moser asegura que la grabación de esta voz fue realizada por un actor de doblaje perteneciente al colectivo LGTBQ+, aunque no se sabe específicamente quién ha sido. Para Fernández, sin embargo, esto no es más que un parche. Ella reclama «trabajar con perspectiva de género».

De momento, Siri cuenta con voz neutra en «inglés americano». Para su versión en castellano aún no hay fecha y Apple no ha querido responder a las preguntas al respecto.

Q, la primera aventura neutra

En el 2019, Virtue y Copenhagen Pride crearon Q, el primer asistente de voz neutro que no sonaba ni como un hombre ni como una mujer. «Son robots, y los robots 'nacen' sin género», aseguraban sus creadores. Para lograr la neutralidad en el sonido, los investigadores descubrieron que tendrían que establecer una frecuencia situada entre una típica voz masculina (tan grave como 85 Hz) y una femenina (tan aguda como 255 Hz). La medida ideal para que fuera percibida como una voz sin género resultó ser entre 145 y 175 Hz. Los creadores de Q le preguntaron a un grupo de gente qué les decía su voz: «Un 50 % la percibió sin género, el 26 % como masculina y el 24 % como femenina».