El origen del SARS-CoV-2 sigue sin aclararse más de dos años después y también se desconoce cuál es la especie intermedia que transmitió el virus, lo que dificulta su control
14 mar 2022 . Actualizado a las 22:51 h.Cuando se trata del coronavirus, las certezas se convierten en trampas. Aunque el tiempo comienza a disipar algunas incógnitas, a dos años del inicio de la pandemia que le robó millones de vidas al mundo, todavía se desconoce cómo se originó la enfermedad. El covid-19 sigue sin tener una partida de nacimiento oficial, aunque la ciencia continúa trabajando para descifrar cómo y dónde se gestó. Jordi Serra Cobo, doctor en Biología por la Universidad de Barcelona, y Juan José Badiola, veterinario y catedrático de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, comparten lo que se sabe hasta el momento.
¿ES DE ORIGEN ANIMAL O SE CREÓ EN UN LABORATORIO?
Se puede saber cuando un virus ha sido manipulado por su genoma y, según apunta Serra, esa opción estaría completamente fuera de la mesa. El consenso entre la comunidad científica es que se trata de un virus de origen animal. A este respecto, Badiola apunta: «Supimos relativamente pronto que el primer SARS fue transmitido por la civeta y el MERS por el dromedario. No entiendo por qué las autoridades chinas no han dado respuesta al origen del covid».
¿VIENE O NO DEL MURCIÉLAGO?
Todo parece indicar que sí. Hay una correspondencia genética de más del 95 % con el virus que se detectó en estos animales. En el punto de mira: el murciélago de Laos, según Serra, y el murciélago de herradura, según Badiola. Ahora bien, hasta la fecha, no ha sucedido ningún caso, que se conozca, de transmisión de murciélago a persona. ¿Se puede descartar? No, pero lo más probable es que haya una especie intermedia, como sucedió con los coronavirus anteriores.
¿LA CULPA FUE DEL PANGOLÍN?
Serra libra al pangolín de toda culpa. Dicho esto, aquí es donde se comienza a perder la pista del coronavirus. Ambos coinciden en que tendrá que ser un mamífero carnívoro que se alimente de murciélagos y tenga más cercanía con la especie humana. Por su parte, Badiola menciona la posibilidad de que la infección se haya producido a través del contacto con las heces de los murciélagos por parte de otro animal, pero destaca que esto entra ya en el terreno de las hipótesis.
¿HAY SOSPECHOSOS?
No está claro. Dentro de este grupo, parece que el bisonte no sería una mala opción, según Serra, porque es receptor de coronavirus y se alimenta de murciélagos. Badiola apunta a algún animal silvestre no identificado y recuerda que las autoridades chinas prohibieron la caza y el comercio de estas especies. Y, por último, el murciélago de Laos, un sospechoso que podría cambiar la historia. De acuerdo con Serra Cobo, según un estudio publicado el mes pasado en la revista Nature, no solo han identificado en estos una similitud genética del virus mayor que la hallada en cualquier otra especie, sino que algunos virus extraídos de estos murciélagos podían infectar células humanas.
¿PUDO TRANSMITIRLO UN PORTADOR SANO?
No se descarta e incluso es más probable esta hipótesis que el supuesto de que fuese un animal infectado que estaba en el mercado fuera el foco. Los virus circulan de una especie a otra y se adaptan rápido. Por eso, cuando se manifiestan en pacientes, desde que se produce el salto de especie hasta que se detecta, pueden pasar semanas o meses. Pero, en todo caso, los expertos dicen que será difícil saberlo con certeza.
¿SE ORIGINÓ EN WUHAN?
No necesariamente. Lo que está claro es que fue el lugar en el que se produjo el aumento de casos, la amplificación. Porque es una ciudad densamente poblada, en esas fechas había muchísima gente debido a las fiestas populares y, además, es un centro estudiantil en el que hay más de un millón de jóvenes de todas partes de China, que luego se van a sus casas, se desplazan, y pueden expandir la epidemia. El mercado era la atmósfera ideal para que se propagara, porque, según los especialistas, humedad elevada y gente apretada es un cóctel explosivo para cualquier virus. Pero, dicho esto, no es descabellado pensar que el SARS-CoV-2 llevaba un tiempo hospedándose en los humanos.
¿TODOS LOS CORONAVIRUS PROCEDEN DE ASIA?
Sí. Serra indica que los coronavirus circulan en el sudeste asiático desde hace probablemente centenares de años. De hecho, cita un artículo que indica que la población humana en esta región del mundo tiene genes que interactúan con los coronavirus, por lo que calculan que esos genes se habrían incorporado a ellos hace alrededor de 20.000 años. Eso confirma que el sudeste asiático es una región «epidemiológicamente caliente».
¿CÓMO SE PRODUJO UNA PANDEMIA EN EL SIGLO XXI?
Esa es la cuestión central. Para Serra, estamos entrando en una cuarta transición epidemiológica de nuestra especie que se produce por la globalización. En los últimos 40 años se deforestó el 30 % de la masa forestal del sudeste asiático, que ha incrementado su población y vive un cambio a nivel socioeconómico. Esto hace que esté mucho más conectada con el resto del mundo. «Si luego se facilita la amplificación y la dispersión del virus, pues ya tenemos la pandemia», dice Serra. Pero la solución no es acabar con los murciélagos, ni con otras especies, «la solución es, quizá, cambiar de hábitos, conservar más el patrimonio natural», asegura. En esa línea, Badiola destaca que el abordaje de la salud debe ser multidisciplinar. Por eso, recalca el enfoque One Health propuesto por la OMS: «La salud es un problema humano, animal y medioambiental. Mientras no entendamos eso, seguirá habiendo pandemias», zanja.