La mitad de la población (un 44 %) engordó durante el confinamiento domiciliario: un 32,38 % subieron entre uno y tres kilos, y un 11,91 % más de tres
02 mar 2022 . Actualizado a las 18:07 h.La pandemia —que no el covid— engorda, un efecto secundario del aislamiento y los movimientos limitados del que solo se han librado los que a lo largo de estos dos últimos años han sido capaces de seguir llevando un estilo de vida saludable. Las cifras, hechas públicas este miércoles por la Sociedad Española de Obesidad impresionan: el 53 % de la población española tiene sobrepeso; un 17 % —ocho millones de personas— es obesa. «La implantación del teletrabajo, el hecho de pasar más horas sentados delante del ordenador y cerca de la cocina, el estrés, las limitaciones para acudir a centros deportivos por las restricciones y el miedo de los mayores a salir a la calle han contribuido, sin duda, a que en la actualidad más de la mitad de los españoles deban preocuparse por las consecuencias negativas para su salud que ocasiona el exceso de peso», valoró el vicepresidente de la Seedo y jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari Arnau de Villanova (Lérida), Albert Lecube.
Los datos son resultado de una encuesta reciente que constata una tendencia que ya se observaba en el verano del 2020, tras el confinamiento. Tras un sondeo telefónico a un millar de personas, la sociedad médica reveló entonces que durante la reclusión domiciliaria de la primera ola casi la mitad de los españoles (44,3 %) aumentaron de peso. De ellos, un 73 % —que suponen un 32,3 % de la población total— subieron entre uno y tres kilos; el 26,9 % restantes —el 11,91 % de los españoles— engordaron más de tres. La evolución es «alarmante», advierten los expertos, y pone de manifiesto la relajación, si no desidia, con que los españoles afrontan la práctica regular de ejercicio. Casi la mitad de los consultados este 2022 ha reconocido que no realiza ningún tipo de actividad física o que le dedica menos de una hora a la semana a prácticas como andar a paso ligero, correr, montar en bicicleta, hacer gimnasia u otra actividad deportiva. El sedentarismo, principal enemigo del exceso de peso, alcanza cifras preocupantes: un 47,2 % indica que se pasan entre una y cinco horas al día sentados, tumbados o inactivos (sin contar las horas de sueño).
La encuesta, presentada este miércoles en Madrid, también refleja una mayor presencia de lesiones en espalda —lumbalgias—, caderas, rodillas y tobillos entre las personas con sobrepeso u obesidad. De ellas, un 54,4 % admite haber tenido algún problema de este tipo en el último año, muy relacionados con la desviación del centro de gravedad causados por el exceso de grasa y los desequilibrios biomecánicos que presentan.
Son las mujeres las que declaran en mayor medida haber intentado perder peso en algún momento de su vida (un 78,2 %, frente 67,2 % de los hombres). «Existe un claro interés por intentar adelgazar, ya que un 80,6 % de las personas con sobrepeso y un 91,4 % de las personas con obesidad aseguran haber intentando bajar alguna vez», destaca la secretaria de la Seedo y adjunta del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Infanta Sofía (Madrid), Sharona Azriel.
Además, el trabajo pone de manifiesto el estigma social de la obesidad que sigue acompañando a las personas que viven con ella. Prácticamente la mitad de aquellos que creen tener exceso de peso (un 43,9 %) se han sentido acomplejados por ello, siendo mayor esta sensación entre las mujeres (un 54,5 %). Por añadidura, el 14,1 % de los encuestados se han sentido rechazados por su peso en alguna ocasión.