El informe más demoledor sobre los impactos del cambio climático: Esto es lo que le espera a España

Doménico Chiappe MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

La mayor frecuencia de sequías pondrá en peligro la disponibilidad de agua en zonas del Mediterráneo y centro peninsular
La mayor frecuencia de sequías pondrá en peligro la disponibilidad de agua en zonas del Mediterráneo y centro peninsular Rafael Bastante

El nuevo informe del IPCC muestra una gran mortalidad de la flora, incluyendo cambios en el mapa vinícola, y escenarios de calentamiento global que generarán escasez de agua y ciudades infernales con olas de calor. Las especies no podrán adaptarse. Las peores previsiones apuntan a las zonas del Mediterráneo

28 feb 2022 . Actualizado a las 20:25 h.

En las 3.600 páginas de Cambio Climático 2022: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad -el informe aprobado por los científicos reunidos en el Panel de Expertos sobre Cambio Climático de Naciones Unidas- se demuestra, con evidencia científica, que el cambio climático ya afecta de manera dramática a la humanidad, con zonas más afectadas que otras, y regiones con mayor resiliencia, debido a su adaptación temprana.

En la actualidad ya son más de 3.300 millones de personas en todo el planeta, casi la mitad de la población mundial, los que sufren los impactos del cambio climático, consecuencias que en muchos casos serán irreversibles. Pero la intensidad de los cambios depende de las zonas. Y la cuenca mediterránea será una de las más afectadas.

En ambas singularidades está España, cuyo área mediterránea es de los más perjudicados con el calentamiento global, pero que, al mismo tiempo, ha ido aplicando estrategias para aminorar esos impactos.

Sin embargo, aunque los escenarios de aumento de la temperatura son variables, y van desde el ya improbable 1,5ºC de subida con respecto a la era preindustrial, hasta los apocalípticos 4,5ºC o 6ºC, que implicaría la destrucción de las regiones, la mayoría de las poblaciones del planeta no están preparadas para las consecuencias del exceso de emisiones de gases de efecto invernadero.

Punto por punto, aquí se desglosan las referencias que los científicos del Grupo de Trabajo II hacen sobre España en su Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, refrendado el 27 de febrero de 2022. La mayoría de las acotaciones y ejemplos cuentan con «evidencia sólida» y un «alto acuerdo» entre los autores.

Muerte en los bosques

La mayor prevención de los incendios forestales en España no varió de manera significativa la cantidad de tierra arrasada debido al aumento de la temperatura y a la disminución de humedad. Pero la mortalidad de árboles sí fue una de las más altas de Europa, debido a la temperatura máxima invernal, la poca lluvia primaveral y sobre todo la sequía, una tendencia que comenzó hace unos 70 años. A diferencia de otros lugares del continente, las plagas y la deforestación no han tenido tanto peso en la desaparición de la flora, cuyas áreas protegidas podrían servir de «refugio» en un escenario de aumento de temperatura global de 4ºC.

Cauces secos

La reducción de la superficie de recursos hídricos renovables y aguas subterráneas es significativa. En el noroeste de España, la disminución de las precipitaciones y la cubierta vegetal bajo un escenario de altas emisiones podría hacer que el suministro de agua caiga a la mitad en el año 2100, si el termómetro llega a una subida de 3,5ºC, aunque las subterráneas aumenten ligeramente. En las regiones central y sureste españolas, sin embargo, habrá «importantes reducciones en la recarga de agua subterránea».

Límites de la adaptación

La velocidad a la que cambia el clima y la degradación de los ecosistemas trunca la capacidad natural de adaptación de las especies, que intentan cambiar de comportamiento, hábitat o fisiología. Frente a los peores -pero probables- escenarios de calentamiento global, ninguna especie sobreviviría o se podría reproducir en espacios que nunca antes habitaron. Las respuestas evolutivas no podrán prevenir la extinción, indican los científicos. Los primeros en desaparecer serán los animales mejor adaptados al frío. En España desaparecerían los anfibios de alta montaña, cuyos cambios genéticos requieren muchas generaciones, aun cuando migran cada vez a latitudes más altas.

Sopa de océano

Junto al sur australiano, la costa norte española es de las que más se calienta. Una consecuencia es la pérdida de praderas de algas. Las especies autóctonas perecerán ante la presión de invasoras subtropicales, una variable que se suma a las olas de calor y las temperaturas extremas. En general, la zona templada se extenderá a los polos.

Calor récord

En 2019, Europa experimentó varias olas de calor sin precedentes. El norte de España tuvo valores récord para esa época a principios del verano, con temperaturas de 6-10 °C por encima de lo normal. Los sistemas de alarma temprana redujeron la mortalidad «sustancialmente».

Erosión

A nivel mundial, la erosión podría aumentar entre un tercio y dos tercios su área para 2070, en parte por los desarrollos urbanos. España será uno de los países donde las tasas de erosión aumenten más, alrededor de un 10%, dependiendo del «escenario de emisiones».

Infierno urbano

En las ciudades los riesgos serán mayores en España y Portugal, debido a la mayor intensidad de las sequías, con respecto al período 1951-2000. Es lo que se conoce como islas de calor urbano, que será mayor en el sur. Los desafíos del servicio de agua potable se multiplicarán, junto al crecimiento de la población, más construcciones y menos inversión.

Carbono salino

La solución de utilizar plantas desalinizadoras para disponer de agua potable y de riego, como las empleadas en Gran Canaria, aumenta las emisiones de carbono. Para 2040 podría llegar a un aumento de 180 %. El agua desalada equivale al 0,6 % del suministro mundial de agua y consume un 0,4 % del consumo energético. En el sector del agua, la adaptación pasaría por descarbonizar la destilación de agua marina, algo que se intenta en España, donde los científicos encontraron «aceptación y entendimiento común».

Nuevos vinos

El calentamiento global adelanta la floración, la madurez y la cosecha. Las temperaturas más altas tienen efectos mixtos, pero generalmente también disminuye la calidad de la uva. En las regiones mediterráneas la calidad de la fruta disminuiría, pero en regiones frías ampliaría la gama de variedades y mejoraría la calidad. El aumento de CO2 tendrá efectos mixtos en el crecimiento y la calidad de la vid. Mientras más CO2, peor calidad al «reducir la concentración de antocianinas y la intensidad del color». El mapa vitivinícola cambiará, a menos que se empleen estrategias muy definidas de adaptación, que pasa por afectar la planta y controlar la acidez del suelo.