El modelo de negocio con el que funcionan compañías como Meta está basado en recopilar los datos de los usuarios, «el oro del siglo XXI». Pero no es solo la información plana y neutra de un usuario. Eso que el reglamento europeo define como dato —«toda información sobre una persona física identificada e identificable»— sirve a un fin si se cruza y se analiza para extraer conclusiones de qué sitios visitamos, qué aplicaciones descargamos, los hashtags y grupos que seguimos y la información de nuestros dispositivos. «Establecer mecanismos para conseguir que esa información les permita saber tus gustos y tendencias y a qué te dedicas es lo que permite que Meta nos haga una publicidad tan certera y tan directa que todos los anunciantes quieren anunciarse ahí y que sea, por ello, una empresa tan exitosa como ha sido. Es la explotación de la información más que la información en sí», explica Antonio Quevedo.