La expectación y audiencia masiva del programa de TVE se convirtió en su peor enemigo e hizo que por primera vez se amplificara en la sociedad algo que el público eurofan ha vivido muchas veces. En España, las acusaciones de manipulación han sido algo recurrente en torno a la representación para el festival. Así ocurrió, por ejemplo, durante la elección en directo de Manel Navarro en el año 2017, que generó una algarada en el plató por la disconformidad de los radicales del público con la decisión del jurado. Hubo incluso una posterior agresión a uno de los jueces por parte de un seguidor.