La directora de Siliria cuenta que la escenografía para el Benidorm Fest se compuso en una sola mañana. «Nos reunimos todos en mi escuela y fuimos fusionando las ideas de cada uno», relata, incluida la parte de baile tradicional creada por el ribeirense Fran Sieira. Con Laura Iturralde al frente de la dirección artística y Marta Verde de la creación visual, «tuvimos solo cuatro o cinco días de ensayo para pulir los pequeños detalles», comenta Miramontes, quien destaca lo «currantas» que son Tanxugueiras y el tiempo que dedican en sus respectivas casas para perfeccionar su trabajo. Para ella, participar en el Benidorm Fest junto al grupo gallego, «ha sido una locura maravillosa», dice con la voz aún ronca «de la emoción», y enfocada ya en los nuevos proyectos.
De cara al próximo espectáculo, «se vienen cositas interesantes», avanza dejando la intriga en el aire la responsable de la escuela de danza, mantenimiento y artes escénicas. En ella, aúna sus grandes pasiones esta bailarina, federada en pilates, que buscando nuevos horizontes tras la pandemia se ha zambullido también en el mundo de la interpretación —además de hacer su pinitos como modelo—. Abrió Siliria en el 2017 y se ha rodeado allí de «los mejores profesionales», como su profesor de bailes urbanos (Sergio Perol, subcampeón de la Liga Galega de Break) el de tango y baile gallego (el reconocido bailarín y coreógrafo Óscar Cobos) o su maestra en ballet y contemporáneo (Iris Abuín, premio fin de carrera en el conservatorio superior de danza María de Ávila de Madrid). Reparte y comparte méritos con su entorno Miramontes, quien disfruta haciendo brillar el talento ajeno, y trata de aportar su granito de arena solidario desde la academia, cuyos festivales sirven para recaudar fondos a favor de Tierra de Hombres.