El secreto de la potencia escénica de Tanxugueiras

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Silvia Iria Miramontes dirige Siliria Dance Center, en Compostela, donde se gestan las coreografías de Tanxugueiras.
Silvia Iria Miramontes dirige Siliria Dance Center, en Compostela, donde se gestan las coreografías de Tanxugueiras. Sandra Alonso

Hace un año acudieron a la escuela Siliria Dance Center de Santiago, donde también se gestó su coreografía en el Benidorm Fest

02 feb 2022 . Actualizado a las 20:36 h.

Entre los aciertos de la actuación de Tanxugueiras en el Benidorm Fest, aplaudidos por el público y la crítica, estuvo su puesta en escena. Y gran parte del mérito corresponde a una escuela de Santiago, Siliria Dance Center. Su directora, Silvia Iria Miramontes, se encargó de la coordinación escénica orquestada en torno a la canción candidata, Terra. Ella fue la encargada de pautar cada uno de los movimientos que realizaron las tres pandeireteiras en sus pases ante el público y de fusionar el talento aportado por «un equipo de profesionales maravilloso», destaca esta compostelana de 37 años.

No era la primera vez que Tanxugueiras trabajaba con Miramontes, profesora titulada por la Royal Academy of Dance de Londres. Explica que acudieron a ella hace cerca de un año: «Me llamó Olaia Maneiro, recomendada por otro profesional del sector. Y, desde el primer momento, tuvimos una conexión total y absoluta entre nosotras. Nos conocimos en pleno momento Figa [el tema que las convirtió en favoritas entre los fans de Eurovisión para representar a España]. Venían de Midas, que ya había sido un bombazo. Se dieron cuenta de que esto empezaba a hacerse grande y querían formarse más, estar más preparadas, porque si hay algo que caracterice a estas chicas son sus ganas de mejorar». Su misión era ayudarlas a ganar más fuerza y presencia escénica.

Hoy siente que lo han conseguido, dice con sumo orgullo: «Su potencia en el escenario, cómo rompen y siguen manteniendo ese orden, es algo trabajado. Cada paso está pautado, partiendo siempre de su movimiento natural. No queríamos transformarlas en bailarinas, porque no lo son. Se hizo una coreografía muy particular para no cambiar su esencia. Aunque hay un punto de igualdad que da unidad al conjunto, para mí era importante que se sintiesen ellas mismas, sin perder su propia personalidad... y, entre las tres, hacen magia».

La directora de Siliria cuenta que la escenografía para el Benidorm Fest se compuso en una sola mañana. «Nos reunimos todos en mi escuela y fuimos fusionando las ideas de cada uno», relata, incluida la parte de baile tradicional creada por el ribeirense Fran Sieira. Con Laura Iturralde al frente de la dirección artística y Marta Verde de la creación visual, «tuvimos solo cuatro o cinco días de ensayo para pulir los pequeños detalles», comenta Miramontes, quien destaca lo «currantas» que son Tanxugueiras y el tiempo que dedican en sus respectivas casas para perfeccionar su trabajo. Para ella, participar en el Benidorm Fest junto al grupo gallego, «ha sido una locura maravillosa», dice con la voz aún ronca «de la emoción», y enfocada ya en los nuevos proyectos.

De cara al próximo espectáculo, «se vienen cositas interesantes», avanza dejando la intriga en el aire la responsable de la escuela de danza, mantenimiento y artes escénicas. En ella, aúna sus grandes pasiones esta bailarina, federada en pilates, que buscando nuevos horizontes tras la pandemia se ha zambullido también en el mundo de la interpretación —además de hacer su pinitos como modelo—. Abrió Siliria en el 2017 y se ha rodeado allí de «los mejores profesionales», como su profesor de bailes urbanos (Sergio Perol, subcampeón de la Liga Galega de Break) el de tango y baile gallego (el reconocido bailarín y coreógrafo Óscar Cobos) o su maestra en ballet y contemporáneo (Iris Abuín, premio fin de carrera en el conservatorio superior de danza María de Ávila de Madrid). Reparte y comparte méritos con su entorno Miramontes, quien disfruta haciendo brillar el talento ajeno, y trata de aportar su granito de arena solidario desde la academia, cuyos festivales sirven para recaudar fondos a favor de Tierra de Hombres. 

La profesora de danza compostelana tiene un lema en su vida: «Todo suma y nada resta». Es de esas personas que creen que detrás de cada reto hay un aprendizaje y considera, por ejemplo, que ponerse por primera vez delante de una cámara de televisión para convertirse en la «profe de gimnasia» en la cuarentena (en el programa O Sabedoiro) le ha ayudado a tener una visión más completa de un espectáculo televisado. «Es algo que me dijeron los productores de RTVE, sorprendidos de que la coreografía de Terra tuviera en cuenta los planos de las cámaras retransmitían el Benidorm Fest».

¿Qué mensajes había tras esa coreografía? Miramontes quería que las pandeireteiras gallegas representaran el empoderamiento de la mujer. «El momento del aturuxo fue un plano muy buscado, encumbrando a Olaia por encima del resto y bajándola después porteada, cual diva, porque lo es». Hay también un guiño a la igualdad, apunta: «Al principio ellas tocan y los bailarines bailan, pero luego se cambian los papeles. Los hombres pueden también ser pandeireteiros, igual que hay mujeres gaiteiras». El productor compostelano Iago Pico, que salió al escenario como percusionista, representaba a la música tribal y al fuego. Y, uno de los versos más importantes de Terra, «non hai fronteiras», se interpretó dentro de la coreografía en la lengua de signos. «Para mí lo más importante era ayudar a transmitir su mensaje y este no solo era un canto a Galicia, Tanxugueiras estaba recordando a todo el mundo que ame y defienda su tierra, su lengua y su cultura».

Para la coreógrafa, este fue un «espectáculo sellado, en el que el vestuario de Jorge de Álvarez y el maquillaje de Miguel Bling encajaban a la perfección para una puesta en escena redonda». Miramontes señala que este fue «mi primer trabajo a esta magnitud, con unas cantantes de primer nivel, y me siento súper honrada de que me hayan dado la oportunidad. A pesar de que no vayamos a Eurovisión, ha sido genial. Al final, los artistas trabajan para el público y ser los más votados por ellos es el mejor de los premios. No hay nada mejor».

Recuerda Silvia Iria Miramontes con cariño la coreografía que montó con las Tanxugueiras para el espectáculo de las campanadas de Fin de Año desde Santiago. «Además tuve que bailar yo con ellas, porque una de las bailarinas falló en el último momento», comenta entre risas.