Varias comunidades lo piden, pese a que el Gobierno cuenta con extender su uso
01 feb 2022 . Actualizado a las 18:51 h.Los diputados debaten esta tarde en el Congreso si ratifican o no el decreto del Gobierno por el que España, al igual que otros países europeos, recuperó el pasado mes de diciembre la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores. Una medida polémica, con mucha contestación social, que además ahora el Ejecutivo de Pedro Sánchez liga a otras cuestiones que nada tienen que ver como la paguilla de los pensionistas, y que divide a los Gobiernos autonómicos. La mayoría de los que se han pronunciado abogan con mayor o menor intensidad por ir relajando su uso. Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Galicia se posicionan en esa línea, mientras que el País Vasco insiste en mantener para cortar la transmisión.
Todo apunta a que el decreto saldará adelante, porque el PNV ya anunciado su voto favorable, ERC la abstención y entre los que se lo están pensando Compromís y el BNG se inclinan por el sí, Más País y la CUP por la abstención mientras EH Bildu y JxCat todavía no han mostrado una postura clara. Por lo tanto la mascarilla será siendo obligatoria en exteriores, pero no sin críticas tanto por parte de los socios de investidura del Gobierno como por distintos líderes autonómicos.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, se muestra partidario de «ir relajando el uso de las mascarillas en exteriores, siempre y cuando no estemos en aglomeraciones», y manteniéndolas «siempre, por supuesto, en interiores».
Feijoo recordó que la obligatoriedad se adoptó coincidiendo con las fiestas navideñas y sobre todo pensando en «las aglomeraciones en las calles de las ciudades, compras masivas, espectáculos públicos, interacciones sociales...» que se produjeron como consecuencia de las reuniones familiares y del mayor encuentro entre personas.
Ahora, con la ola epidémica a la baja, mayor protección vacunal y el predominio de una variante distinta del SARS-CoV-2, entiende que la situación es otra y esta imposición podría empezar a decaer. «No es que nos debamos quitar la mascarilla, sino que en espacios exteriores en áreas poco transitadas probablemente no tengamos tanta necesidad de su uso como la tuvimos estas últimas tres o cuatro semanas», señaló el presidente de la Xunta en un acto en Santiago en el que dejó claro que «le corresponde, en cualquier caso, al Consejo Interterritorial y a la Comisión de Salud Pública valorarlo».
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, considera que este uso en exteriores «no tiene sentido» ni nunca lo ha tenido. «Nuestra opinión es la misma que manteníamos ya desde la aprobación del real decreto allá por el mes de diciembre. Está contemplado cuando hay que utilizar la mascarilla en exteriores: cuando haya aglomeraciones o cuando no se pueda permitir la distancia interpersonal de seguridad de 1,5 metros. Utilizarla en exteriores, si uno cumple esos dos requisitos, no tiene tanto sentido», dijo ayer en un acto en una farmacia de la capital.
Ruiz Escudero considera, además, que es una medida que debería tener en cuenta también la situación actual de la sexta ola. «Ómicron, a pesar de su contagiosidad, no puede ser el único indicador para tomar esa decisión y hay que ver la tendencia, que es claramente descendente».
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, preguntó a través de Twitter: «¿Con qué criterio decide el Gobierno que sigamos manteniendo las mascarillas al aire libre en estos momentos?».
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, mantiene, como «posición personal», que «ya va siendo hora» de que, con los informes técnicos que sean necesarios, ir retirando la mascarilla en exteriores. Además calificó como «juego sucio» del Gobierno haber mezclado en este decreto «cuestiones distintas» como el uso de la mascarilla y las pensiones, lo que ve fuera de las «mínimas normas de cortesía parlamentaria».
El director de Salud Pública de Castilla-La Mancha, Juan Camacho, destacó que «cada vez más países eliminan la obligatoriedad de este elemento de protección en el exterior y, por tanto, ha considerado que «queda poco de que siga siendo obligatoria». Aunque también advirtió que las situaciones no son comparables en todos los casos porque existen muchas diferencias entre la vida social que se hace en estas fechas en España, con temperaturas que están llegando a los 20 grados, y la de Polonia con el termómetro bajo cero.
La consejera de Salud del País Vasco, Gotzone Sagardui, apuntó que en el departamento que dirige existe «unanimidad» respecto a la necesidad de continuar utilizando la mascarilla «en exteriores e interiores» como «una medida que ha demostrado ser de las mas eficientes para cortar la transmisibilidad del virus». De hecho, Sagardui recordó que ellos ya defendían esta misma propuesta en junio del año pasado, cuando prácticamente nadie lo hacía.
En cualquier caso, y al margen de las opiniones puramente políticas, lo más lógico —y así lo creen la mayoría de los consultados— es que la decisión la tome la Comisión de Salud Pública en su próxima sesión. Sin embargo, este miércoles se reúne el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y algunas comunidades ya han anunciado que pretenden abordar este asunto.
