Chanel cambia de vestuario y se revalida como una diva pop en la final del Benidorm Fest

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN

SOCIEDAD

Chanel en su actuación en el Benidorm Fest
Chanel en su actuación en el Benidorm Fest Manuel Lorenzo

Dejó en el armario el mono que la llevó a ser comparada con Dua Lipa y demostró de nuevo la pegada latina de su «SloMo»

29 ene 2022 . Actualizado a las 23:36 h.

«Será lo del miércoles con un puntito más», prometía respecto a su pase en la final del Benidorm Fest en las horas previas. Ese añadido se concretizó en un cambio de vestuario. Y poco más. Chanel, una de las favoritas a hacerse con la plaza eurovisiva tras haber quedado primera en su semifinal, salió con un mono diferente al de su anterior pase. Aquel terminó siendo pasto de bromas en las redes sociales por su parecido con un diseño similar usado por Dua Lipa.

Esta noche ninguna ironía tuitera despistó la atención de lo importante. Enfundada en tonos más claros y similar carga de pedrería, la cubana salió de cuarta. Y en solo unos segundos demostró que su tema, SloMo, funciona como un torbellino electrolatino directo a la cintura. 

De nuevo recordó de manera poderosa a Jennifer López (de hecho, el coreógrafo de la intérprete del Y el anillo pá cuando Kyle Hanagami trabajó con ella previamente), aunque en la mente eurofan la cosa haga recordar a Eleni Foureira, la artista que representó a Chipre en Eurovisión en el año 2018. Aquí Chanel le puso más sangre caliente y caderas rompedoras. Su actitud en escena fue la de una diva rotunda y segura, con movimientos convincentes, precisos y, por supuesto, con el inevitable toque de perreo de estos tiempos. 

Manuel Lorenzo

El mensaje de su canción («y no se confundan, señoras y señores /  yo siempre 'toy ready para  romper caderas, romper corazones») se filtró en medio de las luces estroboscópicas. En el pentágono luminoso dibujado en el suelo, brilló como una estrella pop con visos de conquistar al mundo. Repartió los bum bums de su canción con el dedo, se desmelenó en el tramo final, se tiró por el suelo y terminó como esa Beyoncé a la que adora: mirando a cámara, ambiciosa y desafiante.